El Pecado: ¿Acto o Condición? (Parte II–«El Bebé Llorón»)

Con la entrada de hoy terminamos nuestro tiempo en el libro «Visual Leadership: The Church Leader as ImageSmith» escrito por Rob Weber. Él sigue hablando del pecado y mantiene que el pecado es más una condición o un estado que un acto de un momento (p. 74):

«Personas han dicho, ‘No creo en el pecado original.  Si has visto a un bebé, ¿cómo puedes creer en el pecado original? No han hecho nada malo.  Son regalitos hermosos de Dios.’

¿Escuchas el entendimiento de la naturaleza del pecado implícito en esa pregunta? El pecado se ve como algo que se hace.  El bebé no ha pecado–todavía.  ¿Qué cambia cuando el concepto del pecado gira no alrededor del acto de desobediencia sino que la perspectiva del egoísmo?

Cuando los bebés tienen hambre, usualmente no dicen, ‘Déjame comenzar expresando mi aprecio por el regalo de vida.  Sin ustedes yo no sería nada.  Gracias también por el amor que tienen por mí y la casa que están proveyendo.  Me han dado alojamiento y un lugar donde recostar la cabeza.  Gracias por ser mis padres.  Ahora, yo sé que están extremadamente ocupados, y que hay muchas cosas que tienen que hacer, pero cuando tienen un momentito, ¿pudieran por favor traerme algo para comer?’ Los bebés demuestran una perspectiva diferente.  Su diálogo interno quizás sería más algo así: ‘Yo tengo hambre.  Yo quiero comer.  Aliméntenme ahora.  ¿Y qué es esto que está en mi pañal? ¡¿No pueden ver que estoy incómodo?! ¡Cámbienme ahora mismo! ¡Yo! ¡Ahora! ¡YO! ¡AHORA!’  Algunos adultos nunca salen de esta perspectiva.

Las actividades asociadas con el pecado son los resultados de una actitud de egoísmo.  Es en este contexto donde Cristo, el Redentor, el Salvador, entra nuestro mundo.»

2 respuestas a “El Pecado: ¿Acto o Condición? (Parte II–«El Bebé Llorón»)

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  1. Margarita,

    Gracias por tu franqueza y honestidad. La lucha que estás enfrentando es común en muchos cristianos. Aun Pablo expresa cosas similares en Romanos 7, aunque ese capítulo es muy polémico y ha iniciado muchos debates. Por eso la Iglesia del Nazareno enfatiza que hay una «segunda obra de gracia» que Dios quiere actuar en tu vida.

    La respuesta a esta desesperación no reside en nosotros, aunque por supuesto tenemos que consagrarnos 100% en el altar (Romanos 12:1-2). La respuesta mora en el Espíritu Santo derramándose sobre, en, y a través de nuestras vidas. Busca esta llenura completa del Espíritu Santo y no tires la toalla. Confiese todo pecado y toda mala actitud. Toda cosa que entristece al Señor (y a ti) debe entregarse en el altar una vez para siempre. Ríndate a él y dile que anhelas que él sobreabunde en tu corazón y vida. Él te refinará, y te purificará en su tiempo.

    ¿Dónde vives? ¿A qué iglesia perteneces? Esta búsqueda debe hacerse en una comunidad de fe que te apoye y te ame sin condiciones. Te dejo con un versículo poderoso (aunque por favor contáctanos en cualquier momento por este blog o por email):

    «Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser PARTICIPANTES DE LA NATURALEZA DIVINA, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia…» (2 Pedro 1:3-4).

  2. al convertirme deje muchas cosas facilmente pero Dios ha estado trabajando conmigo ultimamente en cosas mas internas en mi corazon, como la envidia, el orgullo, la pereza etc. pero no puedo controlar algunos pensamientos que vienen a mi. me siento que … no se que hacer .. me entristece en gran manera .. que esta pasando conmigo. no entiendo muchas cosas y no quiero fallarle a mi Dios. quiero vivir una vida de santidad completa, tener esa pureza de corazon de la que hablaba juan Wesley.

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