Escrito por Dr. James H. Diehl, Superintendente General en la Iglesia del Nazareno
Escena Tres: En medio de todos los milagros, el hijo de la viuda se enfermó y murió (1 Reyes 17:17). ¡Él murió! La viuda estaba fuera de sí y afligida. Ella culpó el profeta. Culpó a Dios. Todo fue demasiado.
Verdad Tres: Las bendiciones grandes usualmente preceden pruebas grandes. La muerte del hijo no solamente era un drama trágico para la viuda, me ha pasado repetidas veces a mí. A ti. A toda la gente que conozco. Después de una respuesta maravillosa a la oración viene una prueba seria.
¿Qué haces cuando “lo fantástico” termina? ¿Cuando las nubes oscuras llegan en abundancia? ¿Cuando la manta de dolor cubre tu alma? ¿Cuando “tu orgullo y gozo” se muere? ¿Te rindes? ¿Te quejas? ¿Huyes? ¿Pierdes esperanza? ¿Te amargas? ¿Maldices a Dios y te mueres? ¡No! Hay otra escena en el drama que veremos mañana…
Hola a todos, doy gracias a mi Padre por los mensajes de bendicion y reto para mi vida, y en verdad que Dios habla atravez de su pueblo, cuando nuestro rio siente secarse ahï esta esa fuente anagotable que nos refresca la fe y las fuerzas para continuar, gracias por sus mensajes.