En Éxodo 16, Dios promete que lloverá pan–maná–sobre su pueblo mientras andaban en el desierto. Su única advertencia fue esta: No intenten guardarla. El maná de hoy es el buffet de gusanos mañana. El pueblo de Dios fue libre para recibir de Dios día tras día, pero lo que recibieron ayer no les sostendría hoy. Requería ir tras ello diariamente y confiar en la provisión continua de Dios.
Muchos de nosotros esperamos que el pan de ayer o de hace una semana o aún un año nos sostenga hoy. ¿Lo han escuchado, no? Venimos al culto cada domingo para «recargar nuestras baterías» y para poder animar y vivificarnos suficientemente para permanecer fiel y no caernos durante la semana. Después de una semana larga, llegamos otra vez al culto agotados y zarandeados, derrotados me parece, pero listos para recargarnos otra vez.
¿Cómo? ¡Qué vergüenza! ¿Qué estamos haciendo durante la semana entre los domingos? Predicamos y cantamos de victoria y vivimos esperando sólo defendernos del enemigo aterrador. [Nota: Por eso, muchos llegamos después de los retiros o campamentos decepcionados porque no nos sentimos que Dios está tan cerca en la vida cotidiana como durante esas «experiencias espirituales.»]
La vida cristiana no tiene que ser así. Dios ofrece su maná cada día para que podamos alimentar y sostenernos constantemente. Tenemos que perseguir a Dios con todas nuestras fuerzas, almas, corazones, y mentes, y lo encontraremos por la Biblia y la oración. Si no buscamos este pan diario, aun los que hemos experimentado una relación genuina y significativa con Jesús dejaremos que tal experiencia y nuestra vida espiritual termine dura y pasada.
«La transformación sólo ocurre cuando tomamos la verdad y nos asignamos tareas que permitirán que la verdad se manifieste a los que nos miren.» (Randy Bohlender)
La transformación no es algo que nos sucede a nosotros sino que algo que anhelamos y perseguimos con una pasión inagotable y constante.
Que bendición recibir cada dia estos mensajes que son como ese maná diario que nos sustenta cada dia. y nos llena para bendecir a otros.
Dios le bendiga a su familia y a ud. hno. Scott