¡Sacre Bleus!

Si piensas en elegancia, finura, detalles, intelectualismo, estética y belleza, tu mente rápidamente recurrirá a un país que reúne todas estas características: Francia. Siendo uno de los países que mayor afluencia turística recibe (cerca de 80 millones de visitantes cada año) y que cuenta con la ciudad más famosa y visitada del mundo, y que es también la más poblada de Europa (París), Francia no pierde jamás su elegancia en todos los aspectos. Arquitectónicamente, es un país bellísimo, pues en su capital podemos encontrar monumentos impresionantes (la Torre Eiffel), hermosos paisajes (los Campos Eliseos), las más enigmáticas iglesias (Notre Dame) y los más modernos edificios (el Museo de Louvre).

Francia es también cuna de grandes inventos de la humanidad: el perfume nació en el país galo, y de allá también provienen los más grandes pedagogos (Astolfi, Pernot, entre otros).  También es cuna de la fotografía, del globo aerostático, el estetoscopio, el proyector cinematográfico y muchos, muchos más. En cuanto a música, Francia tiene uno de los himnos nacionales más hermosos del mundo: La Marsellesa y una de las canciones más bellas “La vida en rosa (Le vie en rose)”.

En cuanto a la vida de las personas, Francia es una sociedad educada, elegante e intelectual.  En los últimos años, las nuevas generaciones han dado prioridad a su vida profesional y estudiantil, buscan siempre superarse intelectualmente y trascender en el ámbito profesional. Tristemente, varios antropólogos han notado que ese cambio cultural ha provocado que pocas personas establezcan un matrimonio y busquen procrear y formar una familia, por lo que Francia se está convirtiendo en un país viejo, con pocos niños y jóvenes.

La vida deportiva es privilegiada en Francia. Se da un enorme auge a la vida deportiva individual, baste para esto ver los dos torneos más importantes que se desarrollan en el país galo: el Tour de France (competencia ciclista individual) y Roland Garros (certamen individual de tenis). El futbol es también una disciplina muy apreciada en Francia: su selección ha estado liderada por grandes jugadores, como Michel Platiní y Zinedine Zidane; además Francia cuenta en sus filas históricas con el jugador que más goles ha marcado en una Copa del Mundo, se trata de Just Fountaine, que marcó 13 goles en el mundial disputado en Suecia en 1958.  Su historia en Copas Mundiales ha sido un constante sube y baja – ha sido campeón mundial en un certamen (1998) y al siguiente queda eliminado en la primera ronda (2002) pero al siguiente es subcampeón (2006).   Este patrón no ha cambiado en 2010: mientras hoy reconocemos que hace 4 años Francia subió en estas mismas fechas al final del Mundial en Alemania, la selección en esta ocasión fue derrotada y desclasificada en vergüenza y con falta de unidad.

Oremos para que Dios haga su obra en Francia y que levante a una generación de jóvenes que le busquen, sirvan y puedan cambiar su realidad.