Sirviendo a los Más Humildes

Teresa de Calcuta
Teresa de Calcuta (Photo credit: Wikipedia)

Sirviendo a los Más Humildes

Por Dra. Erika Ríos Hasenauer

La intensidad de sus ojos azules contrastaba con lo desaliñado de su persona. Sucio y andrajoso se encontraba Miguel cuando le conocimos. Empujaba su carrito del supermercado (nunca preguntamos como lo consiguió) con sus pertenencias. Era su casa ambulante.

Miguel no era como cualquier otra persona de la calle. Siempre nos saludó amable y educadamente. En su vida anterior como él decía, había sido una persona con una buena posición socio-económica y bienes. A raíz de su enfermedad mental, fue despreciado por los pocos familiares que tenía y después de cierto tiempo terminó en la calle. Ahí encontró su casa. En un pequeño jacal a los pies del cerro. Ni siquiera tenía cartón. Usaba su propio carrito y algunas sábanas improvisando un poco de protección de las bajas temperaturas del invierno.

Un día encontramos a Miguel sentado en la calle, al lado de su carrito. Se veía mal. Algo andaba mal. Minutos despues, llegó a nuestra iglesia buscando ropa y comida. En poco tiempo me percaté que necesitaba ayuda médica. Conseguí unos medicamentos para él ,pues se negaba a ir a cualquier tipo de albergue y menos hospitales. Él prefería su tranquilidad y la solitud del desierto.

Después de orar con él por salvación, le ayudamos como pudimos. Miguel sigue viviendo en su lugarcito después de nosotros darnos por vencidos de convencerle irse al refugio.  Nos dijo, “Yo sé que estoy muriendo. Estoy listo para irme a casa, prefiero tener paz que morir en un lugar frío y solo. Este es mi mundo”.

Algunas veces la vida nos da reveses.  Como Miguel, terminamos en una posición, experiencia, trabajo que jamás imaginamos, ni quisimos.

A veces a los siervos, Dios permite intencionadas bajadas de nivel para enseñarnos una o varias lecciones de humildad.

Aprendí mucho de Miguel. Dios me recordó mediante él, que su reino y misión se tratan precisamente de servir a nuestros hermanos que están en necesidad. No necesitamos ir a África cuando África está entre nosotros.

No juzguemos a personas envueltas en pecado, vicios, de la calle, enfermos física y mentalmente. No sabemos sus historias, ni nos corresponde el juicio, pero sí nos corresponde amarles y aceptarles como son.

La madre Teresa de Calcuta, cuya vida de entrega y sacrificio inspiró a millones de personas en todo el mundo, dijo que el secreto de servir estaba en los pequeños detalles, las pequeñas muestras de caridad y amor hechos de corazón.  Para nosotros, esto significó vestir y alimentar a este hombre de la calle.

¿A quién necesitas servir hoy en tu propio contexto?

4 comentarios sobre “Sirviendo a los Más Humildes

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  1. Bendiciones y la paz dl señor sea kon usted es algo delo q podemos aprender para ser megores personas ¿nos podrian apollar a lebantar nuestra iglesia?tenemos tereno pero nos falta todo el material es una micion de 30 miembros y no tenemos recursos gracias

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