El poder de la obediencia
Por Josué Aceituno Ramos
“Guardad, pues, todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que seáis fortalecido, y entréis y poseáis la tierra a la cual pasáis para tomarla” (Deuteronomio 11:8).
La obediencia es la sumisión de una persona a otra, prestada sin examinar motivos y razones, y tiene que ser tomada con: docilidad, acatamiento, subordinación, disciplina y respeto). La obediencia es una cualidad que marca a los verdaderos cristianos. Usted y yo tenemos la obligación total de someternos al Señorío de Jesucristo, para que podamos decir todos los días de nuestra vida: “Escudríñame oh Jehová, y pruébame; examina mis íntimos pensamientos y mi corazón” (Salmo 26:2). Esta obediencia es benéfica para nuestras vidas porque nos guardará en santidad. “Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos, por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos” (Hebreos 2:11).
“Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2 Corintios 7:1).
muchas gracias hermanos el estudio para mi a sido de gran ayuda… que Dios los siga bendiciendo en el ministerio que les ha encomendado…