Juliana de Norwich vivió como ermitaña en la ciudad inglesa de Norwich. El día 13 de Mayo de 1373 recibió una revelación, en forma de visiones, y en medio de una enfermedad. Tenía treinta años de edad. Puso por escrito lo que vio, escuchó y sintió, y volvió sobre ello a menudo; al cabo de veinte años re-escribió su relato. Fruto de esos dos momentos, tenemos el Libro de visiones y revelaciones, una obra clásica de la mística inglesa, que curiosamente hemos conocido en español solo en fragmentos hasta hace pocos años, en que se tradujo su obra completa (Trotta, Madrid 2002).
En este libro fascinante, Juliana, enferma, está orando ante la imagen de Jesucristo en la pasión. En la lucha y con sus dudas y muchas preguntas sin respuestas, ella ofrece quizás su dicho más conocido:
“Pero (en esta visión Jesús me dijo) todo estará bien, y todo estará bien y toda clase de cosas estarán bien… Él nunca dijo: “No tendrás jamás un camino difícil, no te preocuparás, no te sentirás incómoda”. Pero sí dijo: “Nunca serás derrotada”.
Recordemos que Juliana escuchó estas palabras justo en medio de la profundidad horrible del siglo XIV con la infestación de la peste bubónica rodeándola. Ella misma estaba enferma. Sin embargo, la respuesta de Jesús y la confianza de Juliana en él resuenan por los siglos. ¿Qué estamos enfrentando? ¿En qué situación necesitamos que Dios obre?
Las palabras de Juliana quizás pueden expresarse en palabras más modernas por la banda Rojo en su canción “OK”:
Mi mente está repleta
Las dudas me enredan
Y me pregunto «¿Qué voy a hacer?»
Me falta la paciencia
E hipnotizado en penas
Pienso que todo está al revés
Pero si tú estas aquí
Todo va a salir muy bien
Confío en ti y voy a ver
Que todo va a salir muy bien
Todo va a salir muy bien. “Toda clase de cosas estarán bien…Nunca serás derrotado.”
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