«En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto. El que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo, la conservará para vida eterna» (Juan 12:24-25).
«Hay muy pocas personas que se dan cuenta de lo que Dios haría en ellas si se abandonaran totalmente en sus manos, y se dejaran formar por su Gracia. Un tronco de árbol, grueso y sin forma, nunca creería que podría ser una estatua, admirada como un milagro de escultura, y no se dejaría trabajar por el cincel de la escultora, que visualiza, a través de su arte, la forma que puede crear en él» (San Ignacio).
Realmente en estos días he meditado en todos esos momentos increiblemente dolorosos y dificiles, y que con mis propias fuerzas hubiese yo desmayado, pero la gracia de Dios ha sido conmigo, me ha ayudado y fortalecido. Algunos de esos momentos necesitaban de un proceso largo de aprendizaje, pero estoy contenta, soy muy feliz por el Amor que Dios ha puesto en mi, y Amo mucho a mi Padre que esta en los cielos. !A El la gloria por siempre!