*En las próximas cuatro entradas, estaremos escuchando de varias personas de México y los Estados Unidos quienes sirvieron en Jóvenes en Misión y Proyecto Pablo este verano pasado.
Mi nombre es Nathaniel Leibel, soy estudiante de los Estados Unidos, en la universidad de Nazarena de MidAmerica en Kansas City. Mi familia viene de Dakota del Sur donde crecí. Mi experiencia en México ha sido maravillosa. Gente nueva, diferentes culturas y lugares – cada uno bendijo mi vida.

En este país tuve una experiencia con Dios de manera profunda. Como este es mi tercer viaje a México, tuve una experiencia más con el Señor. Estoy muy agradecido por eso.
Crecer en un pueblo de 500 persona me dio una visión muy pequeña del mundo. Los anteriores viajes misioneros, las conversaciones con otros misioneros y en especial este viaje, me dio una nueva perspectiva del mundo. Esta visión ve valor en todas las personas del mundo y conoce que Dios está trabajando, aún cuando los misioneros no están presentes.
Cada semana mi visión de misiones y de México ha cambiado un poco. Ser parte de un viaje por dos meses, por cuatro diferentes estados, a través de México ha sido realmente emocionante, pero todavía difícil.
Ha sido dificil viajar desde casa, hablar un idioma diferente y venir a ministrar de SU palabra, pero Dios ha estado conmigo en cada paso del camino. La gran cosa que aprendí este verano fue esta: Aun cuando pienses que todo lo que haces es en vano o sin muchos resultados, Dios está usando el ministerio para llevar gloria a Su Reino. Me enfoqué muchas veces en qué podía hacer y no en cómo Dios estaba trabajando y podía trabajar en el campo misionero. Los mínimos pasos realizados en el nombre de Él tienen un profundo efecto al rededor de mundo. Así como una pequeña piedra hace grandes ondas, así será tu testimonio y vida en Cristo.

Mi nombre es Philip Merki. Cuando llegué a México entendí lo dificil que sería vivir en un país y con un idioma diferente. Tomé una clase de español por un semestre y hablaba muy poco español. Tenía mucho miedo porque pensaba que no podría relacionarme con mis compañeros y la gente que iba a conocer. Pero estaba equivocado. Hay muchas cosas que no puedo hacer solo, pero el Señor tiene un plan para mí. No puedo hablar español muy bien pero Dios usa mi amor por la gente y mi deseo de servir para Su gloria.
Tuve el privilegio, este verano, de ser parte de las vidas de muchas personas y ellos me enseñaron más de lo que pude imaginar. Aprendí que puedo hacer las cosas, pero que necesito confiar en el Señor; entonces Él va a usarme como sólo Él puede. Ahora, tengo amigos, historias y memorias que recordaré para siempre, porque cuando tuve miedo, el Señor tuvo un plan para mi viaje aquí. Ahora necesito volver a mi país, a mi familia, y mi idioma. Me gustaría volver con más y mejor español e historias divertidas. Me gustaría volver con una mejor relación con Dios, pues aprendí a confiar en Él en todo, por lo que hizo en mi vida este verano.
It is great that you all have to love for people that they are not of your country, language and history. God know our heart. God Bless you. Saludos desde el bello pais de Mexico.