Esta es la última lección en una serie de cinco que tiene que ver con “El Llamado”, escrita por Erika Ríos Hasenauer, anterior Coordinadora Mundial de Ministerios de SIDA para la Iglesia del Nazareno.
¿Qué Puedo Hacer Hoy?
¿Sabes hermano? Dios respeta nuestras decisiones y sueños. Es más, Él nos va a bendecir. Esa es su promesa. Pero cuando llegamos al punto de decirle: “Aquí estoy. Úsame. Me rindo. Quiero invertir lo que me has dado en ti y en tu obra”, es entonces cuando veremos cosas grandes de Dios, pero también cuando estamos dispuestos a “tirarnos al agua” o a dar el primer paso. ¡Prepárate! (1 Tim. 4:13-16).
Dios tiene un macroproyecto con el pueblo latino alrededor del mundo; Nazareno y no Nazareno. ¡Qué gran desafío nos espera! y seguramente, ¡No pasará de esta generación!
Quien está por encima de toda circunstancia hará lo que ha planeado en, con y a través de nosotros. Veremos al Dios que obró exaltando a Ezequiel cuando él profetizaba y la gente le decía: “Eres un mentiroso”, “Lo que este ve es una visión muy lejana, no es para nuestros días”. Dios les cerró la boca y exaltó a su hijo.
“¡Todo lo que yo digo se cumple! ¡Lo que yo inicio, lo hago prosperar!”- es lo que el Señor nos recuerda a ti y a mí este día.
Ningún hijo de Dios quedará avergonzado si cree en Él. Aunque dudare, Él sigue siendo fiel.
¿Serás uno de esos valientes que se levante para impactar no sólo Jerusalén sino hasta lo último de la tierra en el nombre del Señor?
Debemos saber cuál es nuestro llamado. ¿Somos parte de los que respaldan, o los que van al servicio transcultural o quienes ofrecen un servicio voluntario? Cualquiera que sea nuestro llamado, Dios requiere de personas comprometidas con Él y a su servicio.
Dios tiene cuidado de nosotros, tiene planes y planes buenos para sus hijos. Nosotros como hijos de Dios debemos de compartir el evangelio en donde estemos, con nuestro testimonio, teniendo un corazon compasivo, amoroso. debemos de sembrar la semilla en los no creyentes, aunque muchas veces no vayamos a cosechar nosotros, pero consecharan nuestros hermanos. Todos estamos trabajando para un mismo Dios
Nuestra genración esta durmiendo las orillas del infieno y solo es la mano misericordiosa de Dios que los sostien. Dios nos ha llamado a nosotros a rescatar nuetra gerneracion como hicieron los profetas y apostoles en sus genraciones. nosotros debemos obedecer este llamado de Dios para nuestra generacion. pero si nosotro no lo hacemos no quiere decir que la gente no conocerá a Dios. nuestra generación conocerá al Señor, Dios usara a un Ejerecito de siervos humildes para hecerlo y su nombre será glorificado…….. Todo lo que el empezó lo prosperará!………. La pregunta es: ¿seremos nosotros parte de el ejercito de Dios para rescatar a esta Generación?