*Esta entrada sobre la Cuaresma es la tercera en una serie de artículos escritos por Clark Armstrong, Pastor de Victory Hills Church of the Nazarene en Kansas City, Kansas.
Como iglesia, estos cuarenta días de Cuaresma son un momento para reflexionar sobre el sacrificio y el sufrimiento del Señor. No ha sido una tradición de mucho tiempo para los cristianos devotos participar en la práctica de «negar u ofrecer algo» para la Cuaresma con el fin de identificarse con el sacrificio de Cristo y el sufrimiento. Esta idea viene del concepto bíblico de ayuno y auto-negación.
Esta observación no es con el propósito de mostrar al Señor que estamos comprometidos, o para ganar su aprobación, su salvación o su mayor atención. En cambio, lo hacemos en amor y como un recordatorio. Es una negación de sí mismo que se hace fuera de nuestra devoción a Dios. Es un tiempo para nosotros, para poder acercarnos más al Señor y crecer en nuestra relación de amor con Él de una manera especial.
Lo que se entrega debe ser algo que tiene que ver con la conciencia diaria del sacrificio y el sufrimiento del Señor. Debe ser una cosa bastante significativa que nos lleva a entender el gran sacrificio y el sufrimiento del Señor y para obtener el más sincero agradecimiento desde lo más profundo de nosotros.
No obstante, en términos generales, lo que entregamos o nos negamos no debe ser algo tan grandioso que resulta en estorbar todas las otras partes de nuestras vidas, haciéndonos ineficaces en nuestra familia, nuestro trabajo o nuestras responsabilidades de ministerio (a menos que el Señor específicamente nos lleva a hacer eso). Muchas personas entregan cierto tipo de alimentos. Otros pueden renunciar a la televisión o un cierto tipo de actividad. El seguidor de Cristo no está obligado a hacer algo como esto y no debe ser presionado para participar en todo con la iglesia o un compromiso de grupo, a menos que se sienta que quiera hacerlo.
Esta costumbre debe ser tomada muy en serio ya que la Biblia es clara al decir que no tenemos que ser forzados a hacer votos de este tipo. Pero si los hacemos, debemos cumplir todos los votos que se hicieron de buena gana, a menos que sea absolutamente imposible hacerlo.
La primera cosa que un creyente debería desear observar de manera específica en la Cuaresma, debería ser el orar y pedirle al Señor que lo lleve hacia un compromiso adecuado para hacer lograr propósitos en su caminar cristiano.
He renunciado a muchas cosas que han sido de gran ayuda para mí por que me han acercado al Señor y me han llevado a comprender de mejor manera el sentido de su Pasión. Hace dos años, decidí no comer carne roja y fue una de las temporadas de Cuaresma más significativa que nunca. Creo que fue a causa de los pensamientos acerca de «la sangre» que está en la carne y cómo Jesús derramó su sangre para mí. Los católicos de mi ciudad natal sólo comían pescado los viernes durante la Cuaresma y por primera vez, por fin, entendí por qué y cómo recordaban el Viernes Santo y lo que Jesús había hecho por ellos.
He observado la Cuaresma desde hace más de treinta años y, a veces el Señor me ha llevado a no renunciar a nada en absoluto. En su lugar, ha señalado que yo haga algo cada vez mayor, como mi tiempo de oración o de devocional, etc. en lugar de renunciar a algo. Lo importante en estos días es unirnos a Jesús mientras camina hacia Jerusalén. ¿Qué está señalando Dios en tu vida? ¿Cómo quisiera Él usar la Cuaresma para enseñar y formarnos, aun como evangélicos en América Latina?
gracias Scott por compartir estos excelentes articulos sobre la cuaresma. Me he tomado el atrevimiento de enlazarlos en sitios en los que escribo y en redes sociales, dando los creditos y enlaces a tu sitio web. Bendiciones
Wow, gracias, mi hermana. Algunos de nosotros nos hemos atrevido a hacerlo, ¿verdad? No observamos todas las costumbres de Cuaresma de la Iglesia Católica por supuesto, pero sí esta época nos permite unirnos a Cristo mientras afirmó su rostro hacia Jerusalén y la cruz. Además, la Cuaresma es algo que la Iglesia cristiana ha observado por más de 19 siglos. Gracias por compartir conmigo en este tiempo. La extrañamos y saludos a la familia porfa.