*El siguiente es un extracto del libro del magistral predicador y escritor Russell V. DeLong: The Unique Galilean.
Jesucristo es la Persona suprema que posee los ideales más elevados de todas las profesiones y vocaciones. Él es el epítome de lo mejor, el vértice de lo más alto, la cumbre de lo más elevado, lo superlativo de lo supremo.
En Él los hombres de todas las profesiones, de todas las vocaciones, de todas las razas, de todos los colores, de todas las posiciones, de todos los rangos, ven lo mejor. Por eso Jesús apela a todos. Es el cenit intelectual, el ideal emocional y la norma volitiva. Él es el camino, la Verdad y la Vida.
En Él el hombre encuentra la respuesta a sus problemas, la satisfacción de sus deseos, el fruto de sus luchas, el goce de sus sueños, el fin de sus aspiraciones, la saciedad de sus apetitos y la armonía de su alma.
Jesús representa la máxima expresión de toda vocación.
Para el astrónomo: Él es la estrella brillante de la mañana.
Para el artista: Él es el Elegido Totalmente Encantador.
Para el arquitecto: es la Piedra Angular.
Para el autor: es el Personaje Ideal.
Al panadero: Él es el Pan de Vida.
Para el banquero: es el Tesoro Escondido.
Para el biólogo: Él es la Fuente de la Vida.
Para el botánico: Él es la Rosa de Saron.
Para el constructor: Él es el Cimiento Seguro.
Al carpintero: Él es la Puerta de Salvación.
Al médico: es el Doctor por Excelencia.
Al educador: es el Maestro incomparable.
Para el ingeniero: Él es el Camino Nuevo y Vivo.
Para el agricultor: Él es el sembrador y el Señor de la cosecha.
Al florista: es el Lirio de los Valles.
Para el geólogo: Él es la Roca de la Eternidad.
Para el horticultor: Él es la Vid Verdadera.
Para el jurista: Él es el Juez Justo.
Para el jurado: Él es el Testigo Fiel y Verdadero.
Para el joyero: Él es la Perla de Gran Precio.
Al abogado: Él es el Consejero y Defensor.
Para el músico: Él es la Verdadera Armonía.
Para el escritor: Él es las Buenas Nuevas de Gran Alegría.
Para el filántropo: Él es el Regalo Inefable.
Para el filósofo: Él es la Sabiduría de Dios.
Para el predicador: Él es la Palabra de Dios.
Para el escultor: Él es la Piedra Viva.
Al sirviente: Él es el Buen Maestro.
Para el estadista: Él es el Deseado de Todas las Naciones.
Para el estudiante: Él es la Verdad Encarnada
Para el teólogo: Él es el Autor y Consumador de nuestra fe.
Para el trabajador: Él es el Dador del Descanso.
Para el viajero: Él es el Camino.
Para el pecador: Él es el Salvador.
Para el cristiano: Él es el Consolador.
Es el Amante de los Pobres, Sanador de los Enfermos, Maestro Inigualable, Filósofo Incomparable, Ideal de Ideales, Rey de Reyes.
Pero, más allá de todo esto, el Glorioso Salvador y Magnífico Redentor.
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