Tres Dólares

Por: Elba Duson

En estos días murió un anciano muy querido de la iglesia donde crecí en República Dominicana. El hermano Samuel era de nacionalidad haitiana y aprendí mucho de él. Yo amaba cuando él animaba a la congregación con sus coros de alabanzas en creole.

Mientras lamentaba su fallecimiento, vino a mi mente un recuerdo de dos meses antes de ser enviada a Guatemala como misionera Génesis. Después de un servicio dominical, algunos hermanos se acercaron a mí para brindarme palabras de ánimo y confirmar su respaldo durante esos dos años. Uno de ellos era el hermano Samuel. Se acercó y, usando un apodo con el que solía llamarme, me dijo, “Hermana Beba, tengo algo para ti, estos tres dólares lo he tenido guardado por muchos años y hoy quiero dártelo para tu misión, no es mucho, pero quiero apoyarte con todo lo que tengo”. Sonreí y le di un gran abrazo.

Esos tres dolares los guardé y los llevé conmigo durante aquellos dos años de servicio; nunca los toqué. Pareciera que no cumplieron su propósito, pero cada vez que tenía alguna necesidad en el campo misionero, yo miraba en mi cartera esos tres dólares y ellos me recordaban que el Señor no nos iba a desamparar. ¡Íbamos a ver la provisión de una manera u otra!

Tres años después de finalizar mi misión en Guatemala, mi mamá encontró esos tres dólares en mi viejo monedero. Sorprendida, ella me preguntó por qué aún tenía ese dinero. Le dije que era muy especial para mí; lo tomé y lo puse en una cartera nueva. Cada vez que miro esos tres dólares, no solo me recuerdan de la humildad, amor y alegría con que me lo regaló el hermano Samuel; también me recuerdan de la fidelidad de Dios por medio de sus siervos.

Quizás te estés preparando para tu primera experiencia misionera y no sabes cómo has de completar lo requerido para viajar. Pero algo te puedo decir, querido hermano: ¡Dios tiene un Samuel para ti! Dios va a usar cualquier medio, hasta utilizará la persona que menos te esperas para mostrarte que él tiene cuidado de ti y que él fue quien te llamó y te ha de respaldar.

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