Acabo de leer Juan 13:1-17 otra vez. Una frase me llama la atención: «Los amó hasta el fin» (v.1). Muchas veces pensamos en su crucifixión y muerte como la muestra verdadera de su amor, y así es sin duda. Sin embargo, dice acá que Jesús amó a sus discípulos hasta el fin con una toalla y un recipiente. Eso pasó antes de la cruz. Su muerte fue un gran sacrificio extraordinario que cambió toda la historia. Pero su servicio acá, lavando los pies de los discípulos, fue un sacrificio pequeño que se llevó a cabo durante una cena ordinaria. La Biblia dice que los dos nos muestran «el alcance de su amor» (como algunas traducciones lo expresan).
El amor de Cristo no se ve únicamente en su muerte memorable; también se expresa en su vida y los varios momentos casi olvidados donde sirvió sin querer reconocimiento. A veces pensamos en sacrificarnos en una manera dramática, especialmente muriendo por la causa de Cristo. Pero pocos vamos a tener este fin. El sacrificio se muestra en cada momento de cada día cuando las circunstancias son muy mundanas y casi olvidadas. Jesús dijo, «Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame» (Lucas 9:23). El amor se muestra en la universidad con una palabra de ánimo o en el trabajo cuando lo que hacemos hace que otro reciba el agradecimiento y no nosotros. Hay muchas oportunidades cada día para mostrar el alcance del amor de Cristo. Muchos van a olvidar las instancias cuando elegimos lavar pies, pero poco a poco seguimos amando hasta el fin.
Gracias, Jesús, por mostrarnos tu amor no sólo en tu muerte sino en tu vida, no solamente en lo extraordinario sino en lo ordinario.
Deja un comentario