El Reino Mosaico

Hemos estado hablando del racismo, otras culturas, y la misión en estas últimas entradas. Hace algunos días, leí una historia animadora en la última revista MNC (Ministerios Nazarenos de Compasión):

«La diversidad puede dividir o puede enriquecer. Puede crear un lío o un mosaico hermoso. Todo depende de la percepción.

Considera la Iglesia del Nazareno en Damasco. Tenía 120 miembros en 2003, cuando la guerra en Irak dirigió más de un millón de refugiados de Irak a Siria…[Los sirianos] mismos no tenían dinero—sino casi viven en pobreza—les faltaban las necesidades básicas para poder ayudar mínimamente…

Nancy Samara, la coordinadora de MNC en Siria, describió un desafío más grande todavía: ‘Aunque los Sirios y los Iraquís hablan la misma lengua, hemos tenido un pasado dañado con los Iraquís y no estábamos seguros si nos podíamos llevar bien. Muchos vinieron a nuestras puertas con necesidades, y empezamos, con poca voluntad, a hacer lo que Dios quería que hiciéramos.’

Entonces vinieron Kurdos, Caldéanos, Shiítas, y Asirios. Hombres barbados, mujeres cubiertas en negro de pies a cabeza, Cristianos que nunca habían entrado a una iglesia, y personas de ciudades grandes como Bagdad, hasta pueblos pequeños vinieron y fueron alimentados.

El milagro más obvio fue que Dios proveyó comida para miles de familias cada mes por seis meses y ayudó a la iglesia a empezar una clínica para los pobres. Pero Nancy nos recuerda de un milagro más grande que ocurrió.

‘Dios preparó nuestros corazones para que pudiéramos amar a nuestro prójimo, los Iraquís. Dios abrió nuestros ojos a sus necesidades y las diferencias entre nosotros fueron eliminadas.’

Ahora—cinco años después, la crisis ha terminado, pero los Iraquís están presentes dentro de la comunidad—en la iglesia, en las escuelas, en la clínica, y en los programas de jóvenes que tienen más de 100 niños y jóvenes asistiendo…

‘Nunca pensé que lo diría,’ dijo Nancy con una sonrisa, «Pero ahora amo a los Iraquís más que a mi propia gente.'»

Deja un comentario

Blog de WordPress.com.

Subir ↑