*Esta entrada ha sido escrita por Vivian Juárez, hija de misioneros nazarenos guatemaltecos, y una gran colaboradora con la JNI y Misión Global en la Región Mesoamérica.
“Aunque tenga que morir contigo –insistió Pedro-, jamás te negaré. Y los demás discípulos dijeron lo mismo” (Mateo 26:35).
Esta quizá sea una de las lecciones más duras que los discípulos experimentaron en su caminar con Jesús. Hacia el final de su vida en la tierra Jesús ya no solo consideraba al grupo de los doce como sus discípulos, ellos eran sus amigos.
¿La amistad es un regalo muy preciado? Nos gusta saber que contamos con nuestros amigos en todo momento y que sin importar las circunstancias ellos no van a defraudarnos. Creo que Jesús esperaba lo mismo de sus amigos.
Creo también que Jesús sigue esperando lo mismo de nosotros. A veces nuestra emoción por Cristo nos hace creer que estamos dispuestos hasta morir por Él, pero es tan importante que hagamos un examen cuidadoso de nuestras intenciones y del estado de nuestra relación con Cristo.
Esto no es un mensaje desalentador — los discípulos que un día lo abandonaron, más tarde afirmaron su compromiso de tal forma que su promesa de lealtad que fue rota en el Getsemaní más adelante se convirtió en realidad.
Tal vez hoy recordamos que en nuestro caminar cristiano hemos olvidado promesas, hemos traicionado nuestro compromiso con Dios o negado nuestra relación con Él. Hoy es tiempo de reedificar lealtad, de reafirmarle a Dios que cuenta con nosotros.
Recuerda que una amistad se construye. Pasar más tiempo con Dios, conocerlo mejor, procurar estar cada día en sintonía con Sus planes y voluntad a través de la oración y la lectura de la Biblia, dejar que Su Espíritu controle nuestra vida nos dará la devoción necesaria para ser leales a Dios. No sabemos qué tengamos que enfrentar a causa de nuestra relación con Cristo pero sabemos que Él es fiel y que deseamos responder a Él con la misma entrega que Él tiene por nosotros.
“Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos” (Hechos 1:8a).
A veces, la amistad es un arma de dos filos, a veces se deben tomar fuertes decisiones y lamentablemente cuando se debe reprender, primero se pone en tabla la amistad o intereses particulares, pensando que vivir bajo la gracia es seguir y seguir haciendo lo que no se debe perjudicando la iglesia; por otro lado no conozco hna. Vivian Juarez, pero he tenido malas referencias sobre ella, y que pertenece por consanguinidad a hnos. que han destruido la iglesia. Urge nuevos siervos, la iglesia del Nazareno debe ponerse firme y ver hacia el futuro, ver en grande; tener una vision en conjunto; no dejemos que la iglesia muera. Dios le bendiga
Hola, y gracias por los comentarios. Nunca hemos escuchado una palabra mala de Vivian ni su familia. Son grandes siervos de Dios, amigos nuestros, y por favor ten toda la confianza que ellos han sido utilizados por Dios para impactar toda esta región.
Que Dios te guarde y te siga usando.
Si, Señor! enséñanos y ayudanos a ser tus amigos!