Testimonio de Proyecto Pablo: Erika Chaves

Erika Chaves (primera fila, tercera de la derecha), con su equipo de Proyecto Pablo y Máxima Misión en Pochutla, Oaxaca, México (julio 2011)

¡Qué increíbles experiencias las que nos lleva Dios cuando nos dejamos usar! En el mes anterior tuve la oportunidad de participar del Proyecto Pablo en Oaxaca, México y fueron 20 días llenos de aventuras, de sucesos, pero sobre todo, llenos de la presencia del Señor.  Las oportunidades de servicio son muchas y reconocemos que no todos poseen las mismas capacidades, pero el hecho de tomar decisiones y confiar en la Provisión Divina es la razón de toda persona que se considera “seguidor de Cristo”.

Todo empezó cuando tenía 14 años y sentí que Dios quería que me fuera, no me dijo donde, así que empecé a servir, pues quería que el Señor me mostrara ese camino. Pasaron los años y pasaron también, los diferentes ministerios, en los cuales probé y trabajé, pero hace un año y medio, empezó mi jornada como presidenta de JNI Local en Poás, Costa Rica y fue cuando la responsabilidad, la pasión y el deseo de servir a Dios se hicieron más fuertes.

En setiembre del año pasado, asistí al COM (Campamento de Orientación Misionera) en mi distrito en Costa Rica y sentí el llamado de Dios. Así que empecé a orar por ese ministerio y para mi sorpresa unos meses después fui invitada a Proyecto Pablo en México.  “Pero yo trabajo” fue mi respuesta para Dios, y por eso seguí orando y el mismo Señor se encargó de acomodar cada situación en el siguiente orden:

  1. Mi familia
  2. Mi iglesia
  3. Mi trabajo y
  4. Los recursos.
De izquierda a derecha: Heejung Eom, Erika Chaves, Freya Galindo, Ady Azotla, y Claudia Cruz participan en Proyecto Pablo (julio 2011) en Pochutla, Oaxaca, México.

Desde diciembre ya sabía sobre el Proyecto, así que no tomé ni un día de vacaciones laborales para acumularlas y poder participar.  Y Dios empezó a actuar.  En mi trabajo me abrieron las puertas para tener las tres semanas libres. En el mes de marzo, el Señor empezó a proveer el dinero del pasaje gracias a un grupo de hermanos y en mayo, mi iglesia y distrito aportó una gran cantidad de recursos económicos.  Tal y como lo prometió Dios: “nada faltaría”…

Yo siempre me mantuve orando y pidiendo al Señor que bendijera ese tiempo de trabajo y así lo hizo. Desde que llegué a Pochutla, aún sin conocer a ninguna persona, tuve la sensación de conocerlos de años y me sentí en familia. Hubo dificultades, momentos de incertidumbre, pero durante el proyecto vimos la mano de Dios en todo tipo de personas: adultos mayores, jóvenes, niños, etc. y eso es lo maravilloso de alcanzar la meta en una misión.

Proyecto Pablo en Pochutla fue un tiempo para evangelismo, para ver a las iglesias trabajando juntas, para animar al desarrollo de nuevas iglesias, y para usar nuestras herramientas como Iglesia del Nazareno.  Considero que representó el lugar justo en que Dios quiso que yo participara. Me hizo sentir orgullosa de mi congregación a nivel mundial, me dio nuevos amigos y sobre todo, me enseñó, pues aunque fui a servir, aprendí más de lo que pensé.  ¡Sigamos bendiciendo con oración y recursos este ministerio tan maravilloso de las misiones!

“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14).

2 comentarios sobre “Testimonio de Proyecto Pablo: Erika Chaves

Agrega el tuyo

  1. Amen!!! eso es una bendicion de parte de Dios!! asi es solo tenemos que dejarnos usar de parte de Dios y veremos las cosas diferentes, solo dejar ki el nos mordee y que sea nuestro alfarero!!!!

  2. Que Bendicion, soy de oaxaca y es increible saber que alguien con ganas de servir tenga estas experiencias tan bonitas. n_n Felicidades, espero allas podido ver un poco de la guelagetza

Replica a lalopineda Cancelar la respuesta

Blog de WordPress.com.

Subir ↑