Miércoles de Cenizas: Volvamos a Dios

HumilityHoy es el Miércoles de Cenizas.  Mi devocional de esta mañana (Pray as You Go) habló muy bien de nuestra necesidad ante Dios. 

La Cuaresma es un tiempo para arrepentirnos, y arrepentimiento significa “volver.”  Cada Miércoles de Cenizas comenzamos de nuevo a reflexionar honestamente en nuestras vidas.  Hablamos con humildad a nuestro Dios amoroso, y volvemos a Él.  Cada uno de nosotros posee debilidades diferentes y fracasos, las cuales Dios anhela sanar.  Toma un momento para reflexionar sobre esta pecaminosidad nuestra y el deseo amoroso de Dios que le volvamos.

“Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento.

Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.

¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios? 

Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea. 

Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia.

Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?

Y Jehová, solícito por su tierra, perdonará a su pueblo.” (Joel 2:12-18).

Reflexión:

1. “Convertíos a mí,” dice el Señor.  Una invitación tan atractiva, aunque a la vez desafiante.  ¿Qué necesito soltar para poder amar a Dios con un corazón indiviso?

2. No realizo a solas este negocio de arrepentimiento.  El pasaje habla del pueblo, de la congregación quien se arrepiente juntos.  ¿Quién puede ayudarme a volver a Dios? ¿Quiénes son las personas en mi vida que se beneficiarán más de mi volver?

3. Lee las palabras del profeta Joel de nuevo.  Pon atención específicamente a la descripción conmovedora de la ternura y misericordia de Dios.

4. “Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos.”  A Dios no le interesan expresiones solamente externas de arrepentimiento; Él busca conversión de corazón.  ¿Cómo te sentirías si permitieras que Dios capturara tu corazón y te cortejara de nuevo a una relación profunda con Él?  Habla con Dios como un amigo a otro amigo.  Expresa tu agradecimiento por su amor y su perdón incondicional.

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