Otros 10 Conceptos Dolorosamente Erróneos Sobre los Misioneros
Por: Chuck Lawless
Antier publiqué 10 conceptos erróneos sobre los misioneros. Si no leíste el post, te animo a que lo hagas ahora. Aquí están 10 conceptos erróneos más:
- “Nunca tenemos miedo”. Los misioneros son gente fiel, pero el temor puede ser una realidad. Dependiendo de en dónde sirvan, pueden enfrentar oposición pública, violencia, amenazas, desastres naturales y enfermedades extrañas. Algunos viven continuamente preparados para volar de regreso a su área si es necesario.
- “No necesitamos el apoyo de nuestras iglesias en casa”. Muchos misioneros esperan el ánimo, apoyo, las relaciones y visitas de las iglesias que los enviaron. Reconocen cuando sus iglesias se han olvidado de ellos.
- “Decir “adiós” se vuelve más fácil al paso de los años”. Los adioses para los misioneros son numerosos y en apariencia continuos: a la familia y amigos la primera vez que salen de casa, y luego cada vez que regresan al campo después de un permiso de ausencia; a los amigos en el campo cada vez que regresan a sus lugares de origen; a los niños que se gradúan y se van a la universidad; a los colegas que se van del campo; a los padres ancianos, probablemente por vez final. Nunca se vuelve más fácil.
- “Cuando regresemos a casa, seremos iguales a cuando nos fuimos”. Los misioneros que regresan pueden lucir iguales, pero son diferentes. Sus experiencias en el campo los transforman. Las cosas temporales que antes tenían importancia parecen ya no importar tanto. Las iglesias con grandes edificios ya no los impresionan. Los problemas de la iglesia parecen tontos. La gente es lo que importa.
- “Nos quedamos en el campo porque amamos a la gente de nuestro grupo”. Sí aman a la gente de su grupo, pero esa no es la razón principal para quedarse. Se quedan porque Dios ama a la gente de su grupo y ellos son solo las vasijas a través de las cuales Dios envía Su mensaje hacia ellos.
- “No podemos esperar para hablarle a tu iglesia con fervor cuando regresemos a casa”. Ellos en verdad quieren contar lo que Dios está haciendo a través de su trabajo, pero por lo general están regresando luego de muchos años de trabajo arduo con pocos descansos. Están cansados. Enfrentan su propia crisis al regresar a su cultura. Algunos no están naturalmente dotados para hablar a grandes multitudes.
- “No tenemos tiempo para escuchar tus peticiones de oración”. Seguro, los misioneros quieren que oremos por ellos… pero también quieren orar por nosotros. Algunos de mis amigos misioneros son los mejores intercesores que conozco.
- “Confiamos en Dios, así que no estamos solos”. Nunca están solos porque el Espíritu vive dentro de ellos, pero los misioneros pueden sentirse solitarios. Algunos sirven en lugares aislados en donde no hay otros creyentes más que a días de distancia de ellos. Desean a sus familias, especialmente cuando no pueden asistir a bodas o funerales; de hecho, están tan apegados a sus familias como aquellos que les dicen: “nunca podría hacer lo que tú haces porque estoy muy apegado a mi familia”.
- “No sabemos si lees o no nuestros informes”. Muchos misioneros trabajan duro para enviar reportes bien diseñados y concisos sobre el trabajo de Dios y sus peticiones de oración. Debido a los recursos tecnológicos disponibles hoy en día, pueden saber cuánta gente de verdad lee sus informes. No los desanimes ignorando sus reportes.
- “Nuestros mayores conflictos son con los nacionales”. En realidad, las mayores luchas a menudo tienen que ver con los compañeros de equipo. Los conflictos interpersonales se magnifican en un entorno intercultural.
Estoy seguro que tengo mis propios conceptos erróneos sobre los misioneros, pero no creo estar mal en esta conclusión: Son personas devotas que sirven fielmente alrededor del mundo. Aprendamos de ellos, escuchémoslos, oremos por ellos y caminemos a su lado.
Quizás algún día nos lleguemos a convertir en uno de ellos.
Chuck Lawless
Chuck Lawless actualmente sirve como Profesor de Evangelismo y Misiones y Decano de Estudiantes Graduados en el Seminario del Sudeste.
Muchas gracias, Mery, de nuevo por tu respuesta, ¡y gracias más por encarnar este aprendizaje y también compartir con los demás!
¡Oh, de nada, estimado hermano Scott! Gracias doy a Dios por haber encontrado este blog, en verdad que leerlo me hace reflexionar mucho. Y sí le comento que lo compartiré a la iglesia en dos lecciones de MNI que tendremos este mes próximo. Pero me gustaría comunicarme con usted, de ser posible, por correo electrónico u otro medio. Quisiera hacerle algunas consultas. Muchas gracias.
Con mucho gusto. Contáctame en sarmstrong@mesoamericaregion.org
¡No encuentro la interjección apropiada en mi castellano! Pero en verdad que me he quedado atónita leyendo los 20 conceptos errados que tenemos sobre los misioneros (me incluyo). Mas luego de la cuidadosa lectura, estoy reacomodando mis ideas. ¡Amo a mis hermanos/as misioneros/as y oro para que la vara y el cayado de Dios los fortalezcan cada día! Quizá llegue el día en que Dios me llame a salir de mi tierra y mi parentela… Por ahora me preparo hasta que eso ocurra. Dios los bendiga, y muchísimas gracias por compartir estos valiosos contenidos.