Frazadas y Brócoli

Por: Rev. Emily Armstrong

Una Iglesia Génesis es que se evalúa a sí misma y comunica resultados a varios niveles de liderazgo (local, distrital, etc.), haciendo cambios cuando son necesarios.

“¡Otra vez!” dijo él, llorando de risa.

Tirando la frazada hacia mí, lo escuché estallar en una risa llena de expectativa que llenó el cuarto. Mis manos se movieron rápidamente, y en un instante, la frazada diseñada con pequeñas jirafas e hipopótamos fue lanzada sobre su cabeza otra vez. Muy rápido su risita se apagó.

“¿Dónde está Elías? ¿Dónde está Elías?” Pregunté con la voz más curiosa que pude encontrar.

Su cuerpecito de 16 meses de edad estaba temblando ligeramente, muy parecido a una taza de gelatina que no se queda quieta, por más que tú quieras.

Mientras levantaba la frazada para mostrar su cara sonriente de nuevo, dije las palabras mágicas que provocaron la risa encantada, “¡AHÍ ESTÁ!”

¿Por qué a los pequeños les encanta jugar tanto al escondite? Un juego tan simple, pero por décadas, tal vez siglos, ¡ha emocionado a tantos! Los profesionales de desarrollo infantil nos dicen que parte de la razón es que cuando la frazada está sobre la cabeza de un niño pequeño (¡incluso solo tapando sus ojos!) ellos piensan que las cosas realmente dejan de existir. Y cuando su amada mamá aparece “justo frente a sus ojos”, es motivo de un gozo extremo – ¡ella regresó!

¿Podría ser que algunas congregaciones están estancadas en un juego del escondite que nunca termina? ¿Estamos tratando simplemente de “lanzar una frazada” sobre las cosas que necesitan cambiar, creyendo realmente que van a desaparecer? Desafortunadamente, “lanzar una frazada” sobre programas que no son efectivos, discipulado que está estancado, o conflicto en la junta de oficiales (solo por nombrar algunas cosas) no las hace desaparecer. Y seguramente no provoca una risa encantada.

La décima característica de una Iglesia Génesis es que se evalúa a sí misma y comunica resultados a varios niveles de liderazgo (local, distrital, etc.), haciendo cambios cuando son necesarios. Rápidamente desempaquemos ese enunciado; porque tiene un montón de cosas buenas que no quiero que te pierdas.

Voy a tomar prestada una imagen de Santiago, porque creo que es una excelente ilustración de auto-evaluación y comunicación. En el primer capítulo de este libro, en un tono de advertencia, él compara algunos creyentes con una persona mirando un espejo, solo para dar la espalda al espejo y olvidar lo que vio. Cuando mi esposo predica este pasaje, él siempre usa la imagen de un pedazo de brócoli pegado en tus dientes – algo que NUNCA podrías perder de vista en un espejo, y que arreglarías INMEDIATAMENTE.

¡Una iglesia misional necesita mirar todo en el espejo! Si todos los dientes son color blanco resplandeciente, seguimos adelante con el buen trabajo, pero si tenemos brócoli en los dientes, es tiempo de hacer un cambio.

Por favor, amigos. No dejen el brócoli en sus dientes.

Aunque es vergonzoso para mí señalar esto, te aprecio mucho como para dejarte andar con brócoli en tus dientes. ¿Has encontrado alguna de estas cosas ocurriendo en tu iglesia? Si es así, ¿puedo sugerirte cortésmente que esto amerite hacer algunos cambios?

  • Un reporte anual del pastor con cero conversiones (a propósito, las conversiones no son SOLAMENTE trabajo del pastor, pero eso es otro tema para otro blog).
  • Una junta de iglesia que no ha dado una licencia de ministerio local o distrital a nadie en la congregación por los últimos 6 meses.
  • Un miembro promedio de la congregación no conoce los nombres de la gente en el vecindario más cercano.
  • Un reporte financiero que indica que ningún dinero ha sido recibido para el compromiso con la misión global.
  • Una congregación que está dividida sobre estrategias de evangelismo, tiempos de servicio, selección de música, o el color de la pintura para las paredes.

A pesar de que algunas veces el espejo nos enseña cosas que nos incomodan, no culpamos al espejo. No nos deshacemos de él porque enseña el grano en nuestra frente o el brócoli en nuestros dientes. Somos sensibles a esto. Prestamos atención a esto porque es una herramienta que nos hace ser más seguros de nosotros mismos y nos permite ser quienes deseamos ser. La auto-evaluación en nuestra congregación es de la misma forma – no debemos tener miedo de llenar honestamente reportes o hacer preguntas de “por qué.” Estas son herramientas que sirven para hacernos mejores, permitiéndonos identificar áreas en las que necesitamos hacer cambios para que el Reino de Dios continúe expandiéndose en la tierra.

Entonces, ahora que hemos quitado cualquier frazada de escondite y el brócoli en nuestros dientes, es tiempo de avanzar en ministerio. Al igual que un espejo es una herramienta en nuestra vida diaria, permite a la auto-evaluación a hacer lo mismo – sácalo todos los días, permitiendo a Dios moldearte a ti y a tu congregación en las personas que Él desea que sean.

Recordemos: una Iglesia Génesis se evalúa a sí misma y comunica resultados a varios niveles de liderazgo (local, distrital, etc.), haciendo cambios cuando son necesarios.

Foto encontrada en http://www.musicalpathways.net

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