* Hoy continuamos poniendo nuestra mirada en el legado de William Carey, el padre de las misiones modernas. La siguiente entrada fue escrita por R. Franklin Cook para Engage Magazine, y es la segunda parte de un artículo empezado hace dos días.
…En los pocos años siguientes William Carey hizo su propia marca, incluso antes de embarcarse con su equipo hacia la lejana tierra de India. Él escribió lo que en literatura de misiones se considera una obra maestra del siglo XVIII titulado: Investigación de la obligación de los cristianos a ser usados como medios para la conversión de los Impíos. Este documento se convirtió en una justificación racional para las misiones de la era moderna y un toque de trompeta para el llamado para la acción. Carey revisó la escena del mundo como él lo conocía, definió los términos del campo misionero, y proveyó los fundamentos básicos para el envió de misioneros y la plantación de iglesias en otras tierras.
Como Carey empezó a aceptar invitaciones para hablar de toda Inglaterra, desarrolló el tema que está mas asociado con el hoy día, en sus sermones él repitió una y otra vez: “Espera grandes cosas de Dios. Intenta grandes cosas para Dios.” En el tiempo adecuado y contra todas las posibilidades y oposición – incluso desde su propia esposa – Carey llegó al gran puerto de Calcuta, India e inició a trabajar. Observando desde la perspectiva de nuestro siglo 21, llama la atención lo que Dios realizó a través de este hombre. (Como una nota al margen, recordemos que él nunca regresó a Inglaterra. No había nada como una licencia o gira misionera, y cuando él fuera al campo él estaba decidido a ser enterrado en el, como de hecho lo hizo.) Él estableció el modelo de las misiones modernas, y con su equipo de medicina y educación personal, establecieron el triunvirato de la misiología: evangelismo, salud y enseñanza. Esto fue el modelo que se prolongó por más de dos siglos.
En adición, como lingüista, Carey estableció la importancia de la traducción de la Biblia a todas las lenguas, y él mismo hizo traducciones tempranas al Bengalí, hindi y otras lenguas de la India. Él puso en marcha una operación de impresión e inició colegio universitario de Serampore. Incluso para estos días, Serampore sirve como cuerpo de acreditación de facto de educación teológica para la India y otras partes de Asia. “¡Joven, siéntese!” La fuerte voz del Dr. Ryland aun se escucha inclusive hoy, pero sobre todo porque William Carey no se sentaría.
¿Qué aprendimos de esto?
- Primero, que el llamado puede suceder en la quietud del estudio, la reflexión, y oración como sucedió con William Carey.
- Segundo, que incluso un zapatero puede convertirse en un movilizador de clase mundial y un agitador para Dios.
- Tercero, con una fuerte misiología, una persona puede establecer un modelo que pueda durar mucho tiempo. No solo hacemos algo. Lo hacemos por una razón, una filosofía, una razón de ser.
- Cuarto, a veces toma una gran cantidad de persistente paciencia ir contra una arraigada burocracia eclesiástica la cual se ha acomodado en las rutinas, y los lineamientos de los procesos y procedimientos.
- Quinto, el campo misionero es todo lugar y que cada cristiano tiene la “obligación” de llevar el evangelio a “las naciones.”¿Quién pudo haberse imaginado que ha salido tanto de una persona que se negó a “sentarse”?
–R. Franklin Cook sirvió como director de la Iglesia del Nazareno en la Región Eurasia desde 1989 a 2004. Él ha servido como misionero en India, y editor de la revista Santidad Hoy desde 1997 a 2004.
es una bendicion poder recibir inspiracion de hermanos talentosos que supieron la importancia de su llamadoy se avadonaron a el dando hata el ultimo suspira de sus vidas al servicio de de nuestro Dios.