Oren junto a nosotros por los siguientes puntos de visión del reporte anual del Director Global de la MNI:
«Y de esta manera me esforcé en predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiera sido anunciado, para no edificar sobre fundamento ajeno» (Romanos 15:20).
- Sigamos al Espíritu Santo a donde la iglesia no ha ido o no existe. Enfoquémonos en aquellos grupos étnicos que aún no conocen de Jesús o del Evangelio. Pongamos prioridad y preferencia a los lugares donde nadie o pocas personas son parte de una comunidad de fe cristiana.
Vamos a donde todavía no vemos una comunidad vibrante de adoradores de Jesús. Vamos a los lugares difíciles. Escuchemos, aprendamos, amemos, riamos y lloremos juntos, profundizando nuestra relación, y orando para que Dios abra los corazones. Intercedamos y creamos que muchos seguirán a Jesús, serán como él, y formarán comunidades de fe e iglesias.
- Demos comienzo a grupos, los cuales por la misma naturaleza de la misión de Dios en Cristo Jesús, busquen a las personas que viven en la oscuridad espiritual y les lleven la luz del Señor. Busquemos personas y lugares donde la iglesia no existe. Unamos a personas pioneras quienes prefieren llegar a culturas difíciles, y confiar que los líderes que ellos discipulen irán a los grupos étnicos más accesibles y menos estresantes para ellos.
- Desde el inicio de una nueva obra, planeemos en discipular, equipar y confiar los ministerios en los corazones y las manos de los nuevos líderes en cuanto ellos hayan madurado lo suficiente para sostener y desarrollar el trabajo.
- Busquemos multiplicar el número de discípulos quienes son nacidos del Espíritu y tienen una pasión por vivir una vida diaria de oración diligente en el Reino, y quienes han sido persuadidos que el poder de la multiplicación está disponible en Jesús.
- Establezcamos movimientos espirituales por medio del discipulado de líderes y la formación de iglesias misionales que estén enfocadas en Cristo, tengan la unción del Espíritu Santo y sean poderosas en oración.
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