Por: Alejandra García
El 29 de septiembre de 2019 los nuevos misioneros con asignación en Génesis llegaron a Santo Domingo, República Dominicana para su entrenamiento antes de salir al campo. Después de haber aprovechado el entrenamiento virtual, estas cuatro semanas fueron el último paso de preparación para la tarea que van a desempeñar: plantar nuevas iglesias en Monterrey, México y Quetzaltenango, Guatemala.
Oscar Isem Quej (de Guatemala), Elba Duson (de República Dominicana), Teresa De cuesta García (de México), Diana González (de El Salvador), Edgar Daniel Santiago y Andrea López (ambos de México) trajeron consigo corazones llenos y rebosantes de gozo, mucho amor para dar a su prójimo, ansias por llevar las buenas nuevas de salvación a los necesitados, el deseo de ver vidas transformadas por medio de Cristo y ser usados para la gloria de Dios, y lo mejor, la convicción de haber sido obedientes y decir “Sí” al Señor.
Una vez que terminaron sus clases sobre Misión Urbana, Plantación de Iglesias, Antropología Misionera, Cuidado Personal, Trabajo en Equipo, y muchas más, salieron el 25 de octubre hacia Monterrey y Quetzaltenango con muchas herramientas útiles y conocimientos nuevos para poder servir en su ministerio transcultural. Aprendieron mucho, y más que eso, están seguros de que han tomado la mejor decisión: ¡servir a nuestro Dios!
Conozcamos algunos de sus testimonios:
Elba: “En este tiempo de entrenamiento y convivencia con mis compañeros del Proyecto Génesis, el Señor confirmó más fuertemente ese llamado especial que hace alrededor de 4 años había puesto en mi corazón. Cada uno de los temas tratados fueron de gran importancia para llevar a cabo la obra que nos ha sido entregada. Luego de finalizar este tiempo, estoy más convencida de lo que Dios quiere hacer por medio de nuestra obediencia en aquella ciudad.”
Oscar: “Agradezco a Dios por el tiempo del entrenamiento en República Dominicana porque fue de mucha bendición y ayuda. Doy gracias a Él por todos los facilitadores que nos impartieron los cursos, los momentos de evangelismo y las oraciones de Scott y Emily Armstrong, la ayuda y cuidado de Gary y Naomi Faucett y Alejandra García. Me siento más preparado luego de ver cómo Dios me está guiando y dando sabiduría para el trabajo en el ministerio misionero. Siento gozo de formar parte de esta misión.”
Diana: “El tiempo de entrenamiento fue muy bendecido y lleno de retos. Sobre todo, Dios habló a mi corazón sobre el amor e interés que tiene por la ciudad. A veces, cuando pensamos en la ciudad vemos abundancia material, vidas ocupadas, individualismo, o personas viviendo su vida como ellos quieren, pero ahora agradezco a Dios la oportunidad de servir en la ciudad compartiendo la esperanza que Jesús nos da.”
Teresa: Sin duda alguna ha sido un tiempo de mucha bendición, lleno de enseñanzas, risas, aprendizaje, lágrimas, pero sobre todo de retos. Durante este mes Dios ha tocado mi corazón, me ha hecho ver que el Génesis comienza conmigo. Él ha derribado por completo los muros y ahora ha comenzado a construir una nueva ciudad, una nueva vida, reconfortada y con la visión de predicar el mensaje de salvación, estoy segura de que Dios ya está trabajando en los corazones y que estos dos años serán de bendición para Xela.”
Daniel y Andrea: “Desde que llegamos todo era distinto, comenzamos a extrañar varias cosas del sur de México, y Dios nos mostró de una manera sorprendente lo que Él quería para nuestras vidas en cada uno de los temas. Cuando hicimos la actividad de la urbanización pudimos ver muy marcada la diferencia de clases que hay en la ciudad, y nos impresionó ver la cantidad de casas y personas viviendo en los edificios. Ver la falta de agua y las condiciones higiénicas también fue impactante, ya que el medio que transporta la basura no pasa por ese lugar. En este mes, tocamos vidas, y tenemos la seguridad que la semilla fue sembrada en sus corazones y que Dios seguirá tratando con ellos”.
Demos gracias a Dios por la vida de cada misionero. Oremos por sus ministerios en los siguientes dos años. ¡Y qué Dios traiga un Génesis a Monterrey y Quetzaltenango!
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