La Iglesia del Nazareno realizó su 30ª Asamblea General del 9 al 16 de junio del 2023, donde nazarenos de todo el mundo se reunieron para alabar y representar a sus iglesias locales y distritos de origen. Además de servicios de adoración, talleres, y tiempos para tomar decisiones importantes para el futuro de la denominación, se lanzó un movimiento mundial de nazarenos llamado: “Ama a Tu Prójimo”. Durante esa semana, iglesias se unieron como un equipo misionero para expresar tangiblemente el amor de Dios en sus comunidades. Hubo dos oportunidades diferentes de participar en Ama a Tu Prójimo: de manera presencial en Indianápolis, Indiana, EE. UU., y de manera global sirviendo simultáneamente en sus propias comunidades alrededor del mundo.
Antes del evento, Superintendente General Dra. Carla Sunberg compartió: “Como nazarenos, sabemos que la vida santa es una vida activa. La vida santa es también algo que hacemos juntos en comunidad. Ama a Tu Prójimo es un viaje misionero con nuestra gran y maravillosa familia nazarena».
Atendiendo a este llamado de representar a la Iglesia Global, el ministerio de Movilización Misionera tuvo el placer de participar en este proyecto e impactar poderosamente la Región Mesoamérica. Docenas de participantes sirvieron en comunidades y bendijeron la vida de muchos niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos. Las estrategias de impacto y las actividades realizadas eran diversas y numerosas, incluyendo:
- Deportes y recreación
- Charlas de higiene
- Visitas a los enfermos e indigentes
- Entrega de medicamentos, ropa y alimentos
- Limpieza de calles, templos, terrenos y hogares de ancianos
- Reparación y pintura de casas y edificios
- Plantación de árboles
- Apoyo a centros comunitarios, asilos de ancianos, casas hogares para niños, una casa materna para embarazadas, y comedores infantiles.
El alcance dentro de Mesoamérica fue sorprendente: 8 países representados, 22 comunidades impactadas, 289 participantes y 1342 personas ministradas. Fue un privilegio asombroso para los participantes compartir el amor de Dios por medio de actos de servicio y ser testigos de lo mucho que Dios puede hacer cuando su iglesia en obediencia se dispone a compartir sus bendiciones. Muchos reconocieron su responsabilidad como iglesia a unirse para traer esperanza y transformación a las comunidades. Próximamente se estarán compartiendo testimonios de lo que Dios hizo en esta semana de servicio.
La esperanza es que esta experiencia haga una diferencia en la vida de los que fueron ministrados. ¡Muchas gracias a cada líder, pastor, y participante por escuchar el llamado de Dios de amar a su prójimo!
“El Rey les responderá: ‘Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí’” (Mateo 25:40).
