Reflexionando sobre Ezequiel 47:1-12, el Dr. Scott Rainey escribe:
“Como la gracia de Dios, este río es más grande de lo que jamás se imaginó. Toca a aquellos que nunca pensamos que podrían ser tocados. Cubre lo que nunca creímos que pudiera cubrirse. Lava lo que nunca soñamos que se podía lavar. La gracia de Dios se derrama como un río interminable, cada vez más ancho y cada vez más profundo.
Es importante notar que, si bien el templo poseía muros para preservar el carácter santo del Señor, de él fluía un río de la gracia de Dios. La santidad se trata tanto de ríos como de muros. El pueblo de Dios que está llamado a ser santo como él es santo, debe separarse de las impurezas de este mundo. Pero al mismo tiempo, deben entregarse al mundo con gracia tal como lo hizo Jesús”.
*Para ver la lección completa de la Escuela Dominical de la que se tomó esta cita, visita este enlace proporcionado por The Foundry Publishing y Nazarene Discipleship International.
Amen ,A Dios todopoderoso por permitir que disfrutemos de su Gracia a través de lo que Jesucristo hizo por nosotros en la cruz del calvario Gracias Dios Eterno 👏🙏