En nuestro ministerio muchas veces podemos olvidar la razón por la cual existimos, la razón por la cual trabajamos tan fuerte e invertimos en la gente. Este testimonio me recordó hoy de la transformación que hace Cristo en la vida de nosotros. ¡Celebra este testimonio de un narcotraficante que encontró a Jesús – o mejor dicho, un testimonio de un Jesús que encontró a este narcotraficante!
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