Los tres rasgos que tienen en común quienes transforman el mundo – Parte 1 de 2

Escrito por: Nicole Unice

worldchanger

Los tres rasgos que tienen en común quienes transforman el mundo, y cómo desarrollar estos rasgos en ti mismo.

Cuando era niña, quería cambiar el mundo. Yo creía que si lo anhelaba lo suficiente, se volvería realidad.

Hasta ahora no ha dado resultado. Al menos no en el nivel que yo quería.

En el camino, aprendí que hay rasgos que son características de alguien que transforma el mundo. Estas no son habilidades que tú perfeccionas en un salón de clases, y usualmente tampoco son enseñadas en un trabajo. Pero si posees estas cualidades y cultivas una vida alrededor de ellas, descubrirás que se volverán rasgos cruciales para una vida exitosa.

  1. Autoconciencia

La autoconciencia es la habilidad de verte a ti mismo claramente. Si tú alguna vez has tomado una “selfie” y luego la borraste, tú has esquivado esta habilidad. Nuestra tendencia es hacer dos cosas: vernos a nosotros mismos solo en nuestro mejor ángulo, y vernos a nosotros mismos solo en nuestro peor ángulo. Esto va más allá de la apariencia en nuestros corazones. Sin el poder de la autoconciencia, viviremos con puntos ciegos respecto a nuestras deficiencias de carácter, y sobre-exagerando nuestras virtudes. Esto nos lleva a actuar con información inexacta sobre nuestras habilidades, defectos y sobre nosotros mismos. Cultivar la autoconciencia es colocarnos en la presencia de Dios con el deseo de aceptar el conocimiento de nosotros mismos con una visión de ambos lados –donde no hemos sido claros con la profundidad de nuestra depravación así como con la fuerza de nuestras habilidades.

  1. Autoeficacia

La autoeficacia es la creencia de que puedes cumplir lo que te propusiste hacer. Esto tal vez suene simple, pero en realidad, nuestra verdadera creencia de que podemos ser exitosos en la vida es construida por un conjunto complejo de factores, que incluye nuestro éxito anterior, experiencia indirecta por observar a otros, creencias que hemos desarrollado de la retroalimentación de los comentarios de otros, y de nuestro propio temperamento. Cultivar este rasgo requiere un filtro fuerte donde recibimos verdad acerca de nosotros mismos y de cómo definimos una “buena vida.”

Si nuestro entendimiento del mundo es construido desde lo que producen las redes sociales y los reality shows, entonces nuestra comprensión fundamental de cómo podemos ser exitosos en la vida será sesgada. Desarrollaremos expectativas irreales de lo que pensamos que debemos ser para el mundo y seguramente fallaremos. La autoeficacia es la fortaleza de fijar una meta alcanzable y después apegarte a ella, sin importar los contratiempos. Tal vez una mejor palabra para esto sería Eficacia de Dios –la creencia de que podemos alcanzar lo que Dios nos da para que hagamos. Buscar y entender el éxito piadoso a través de la Escritura y luego confiar en la buena voluntad de Dios en sus promesas crea una resolución interna y una fortaleza que nos sostiene incluso en los momentos más difíciles.

Espera más de este artículo en la siguiente entrada.

 

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