*Esta es la continuación del artículo anterior.
6) Admitir errores y perdonar rápidamente.
Asumir la responsabilidad de sus acciones es esencial para las relaciones saludables y productivas.
Si te equivocas, sé el propietario. Si tratas mal a alguien, pide perdón. Ponerse a la defensiva o hacer una reverencia nunca mejora la relación. Puede que tengas razón, pero si necesitas ganar, perderás en el largo plazo.
Cuando recibas una injusticia, perdona rápidamente. Vivirás con menos estrés y disfrutarás la vida más plenamente.
7) Siempre da más de lo que tomas.
Puede haber algunas personas en tu vida que pienses que es imposible darles. Entiendo. John sería una de esas personas en mi vida. Pero eso no significa que no deberíamos tratar de ser generosos de todos modos.
Y con la mayoría de las personas, nunca sabrás, puedes establecer tu objetivo para dar más de lo que tomas. Sin embargo, esto no se trata de una tabla de puntuación. Si haces un seguimiento, te has perdido el punto. Es una cosa del nivel del corazón. Es una forma de vida, y cuando tus motivos son puros, te traerá una gran alegría.
8) Agregar valor a las personas.
Puedes agregar valor a las personas de maneras simples y grandes. Agregar valor no es más complejo que la idea de cómo contribuyes a su vida, para que su vida sea mejor.
Puede ser tan simple como una palabra amable y alentadora, y puede ser tan complicado como una vida de tutoría. A veces implica suficiente amor y coraje para tener una conversación dura y honesta.
El mayor valor que puede agregar a cualquier persona es el mensaje de Jesucristo. El regalo de la vida eterna es el mayor y más alto valor que puedes aportar a alguien.
9) Nunca puedes alentar a nadie demasiado.
Los dos sabemos la respuesta, pero déjame preguntarte de todos modos. ¿Alguna vez te ha animado demasiado alguien? Por supuesto no.
El estímulo es el combustible emocional que permite a las personas aguantar más tiempo, llegar más lejos y cavar más profundo de lo que se creía posible.
Ya sean tus hijos, un empleado, voluntarios en la iglesia, un compañero de trabajo o tu vecino, tómate el tiempo para darles un estímulo frecuente y sincero. Tu liderazgo aumentará por eso.
10) La confianza es el alma de todas las relaciones.
Cuando se trata de una relación, la confianza es como una promesa. Y nunca debes romper una promesa.
De hecho, esa es la esencia de la confianza. La gente cuenta contigo para cumplir tus promesas. Esto refleja tu personaje y, finalmente, quién eres.
Ninguna persona razonable espera la perfección, pero sí espera honestidad, amabilidad y hacer lo que dices que harás.
Este artículo fue publicado originalmente en: Danreiland.com
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