*Todo el mes de noviembre estaremos enfocándonos en la santidad. La siguiente entrada surge de algunas reflexiones mías sobre el segundo sermón de la Cumbre de Santidad en San José, Costa Rica (29 Octubre 2009), compartido por Eugenio Duarte, Superintendente General de la Iglesia del Nazareno.
«Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego» (Éxodo 19:18).
Fuego es un símbolo importante en las Escrituras. Fuego en la Biblia y además en la vida diaria puede ser bueno o malo. Puede usarse para calentar, cocinar, purificar, etc. O puede destruir y hacer mucho daño.
«…Nuestro Dios es fuego consumidor» (Hebreos 12:29).
En el Antiguo Testamento el fuego que permanecía encendido en el Lugar Santísimo significaba la presencia constante de Jehová. Ahora, viviendo en el Nuevo Testamento, todos necesitamos ser ungidos con el fuego de Dios, con su Espíritu Santo. Si intentamos vivir una vida cristiana sin su presencia constante en nuestros corazones y vidas, siempre vamos a fracasar. Una vida derrotada no es lo que Dios desea para nosotros.
«Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero él que viene tras mí…os bautizará en Espíritu Santo y fuego» (Mateo 3:11).
Algunos de nosotros sólo vivimos de las cenizas del fuego que se quemaba hace tiempo. Las cenizas pueden guardar el calor un rato, pero muy pronto se enfrían. Las cenizas pueden recordarnos de cómo Dios ha trabajado en nuestro pasado, pero no bastan. Hoy, ahora mismo, tenemos que experimentar la ardiente presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas, nuestras iglesias, nuestros hogares y comunidades. ¡Manda el fuego de nuevo, Señor!
«…Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego…y fueron todos llenos del Espíritu Santo» (Hechos 2:3-4).

interesante
Creo que Dios en su infinita misricordia nos dejo al consolador su Espíritu de poder para guiar al hombre por caminos de santidad y justicia pero es el hombre quien se desvia de la voluntad de su creador pero él esta alli siempre redargullendonos de pecado.
Al leer esto recorde lo que estuve pensando anoche, a veces como cristianos, creemos que la vida en santidad son algunos destellos, vivencias o ciertas circunstancias que hemos vivido, pero la vida de santidad es cada día… Y de verdad nuestra oracion e incanzable busqueda debe ser el tener vivo el fuego de Dios en nuestras vidas siempre.
Dios les Bendiga