Saber qué es misión y estar en misión son cosas muy diferentes. Para estar en misión se requiere tener iniciativa, pero sobre todo se necesita un corazón servicial y dispuesto a trabajar en respuesta al amor de Dios.
Durante una semana (del 23 al 30 de junio), once jóvenes nazarenos trabajamos con mucha disposición para apoyar la construcción del Centro de Formación Misionera en las instalaciones del Seminario Nazareno ubicado en Santo Domingo, República Dominicana. Estuvimos acompañados por algunos miembros de la Primera Iglesia del Nazareno en Bethany, Oklahoma, EE. UU., y fuimos liderados por los coordinadores de Trabajo y Testimonio en el país, AJ y Chelsea Fry. También contamos con la participación de Wendy Rivera, como coordinadora de Misiones Globales en el país.
Además de apoyar con la construcción, colaboramos en la realización de escuelitas bíblicas de verano de dos iglesias nazarenas, cuyos templos están ubicados cerca del seminario. Ahí tuvimos la oportunidad de ministrar a más de 150 niños. Nuestra intención fue trabajar para Dios y entendimos que al hacerlo serviríamos al Señor con todo el corazón por medio de servir a otros.
Tuvimos momentos de trabajo intenso en la construcción, también de gozo mientras compartíamos con los niños de las iglesias, y disfrutamos mucho el tiempo que como equipo pudimos pasar en comunión con Dios y unos con otros. Estamos agradecidos por lo que Dios hizo en nuestras vidas, también por lo que seguirá haciendo; ésta fue una experiencia inolvidable y de gran bendición. Sin embargo, espero que no solo sea una experiencia, sino que sea un impulso y que, donde nos encontremos, continuemos trabajando para el Señor, ¡manos a la obra!
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).
–Yerys Amador, voluntario de Trabajo y Testimonio en República Dominicana.
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