10 Formas Para Ayudarte a Vivir Una Vida Normal Cuando La Vida No Es Normal

Por: Dan Reiland

He estado reflexionando sobre el estrés y las presiones que todos estamos pasando en estos días y he tratado de enfocarme en las cosas prácticas que ayudan a promover la salud espiritual y mental.

Ya sea usted un líder de la Iglesia, un padre liderando su familia o esté dirigiendo en el campo de los negocios, todos necesitamos apoyarnos en aquello que nos ayuda a pensar y vivir saludablemente de manera que podamos cuidar mejor y liderar a otros.

Esto no se descarta:

  • La realidad de la situación.

No hay duda de que están sucediendo cosas devastadoras en el mundo, y el COVID-19 encabeza la lista en este momento. Mi sugerencia no pretende hacer que los grandes problemas desaparezcan mágicamente, pero si nos ayudan a seguir liderando con un espíritu positivo.

  • La necesidad de estar alertas.

Se necesita la vasta mayoría de nuestro tiempo para manejar lo que no es normal en nuestro entorno. Sin embargo, tenemos que permanecer fuertes, humanos, conectados, y recordar las pequeñas cosas, las cosas importantes que resuelven los grandes problemas en todo el mundo.

  • La necesidad de enfocarnos en la esperanza que proviene de Cristo.

Jesús es y ha sido siempre quien ha prometido ayudarnos en aquello que no podemos resolver. Él es quién da sabiduría para resolver los problemas, fortaleza para soportar los retos y es la esperanza para nuestro destino final. Estoy ofreciendo algunos elementos del día a día que realmente ayudan. Mientras más tranquilo, preparado y en paz estés personalmente, mejor podrás guiar a las personas por las que Dios te hizo responsable.

10 Formas Para Ayudarte a Vivir Más “Normal”

(¿Qué es normal? Ya sé…pero cada uno de nosotros tiene un normal, nuestro normal, y cuando esto se perturba, lo reconocemos.)

La meta para ti no es que hagas las 10.

Selecciona las que más te ayudan.

No permitas que esto se convierta en una tarea; deja que sea un estilo de vida.

  • Establece una nueva rutina.

Somos criaturas de hábitos, nuestra rutina es esencial, pero una rutina es distinta a la monotonía. Una rutina ofrece estabilidad de manera que permanecemos saludables y más productivos. La monotonía es cuando estás estancado, sin crecer y no experimentas salud espiritual. Muchos de nosotros hemos interrumpido nuestras rutinas recientemente. Algunos de ustedes tienen niños en casa que van a hacerlo también. Amas a tus hijos, pero tenerlos en casa cambia tu rutina en gran manera.

Además, añádele el hecho de que quizás todos ustedes están en casa todo el tiempo. No es necesario decir más.

Modifica los sistemas de tu familia.

Haz nuevos planes.

Establece nuevas rutinas.

Te animo enfáticamente a organizar y simplificar. Eso no resolverá todos tus problemas, pero ayuda a levantar tu espíritu. Mejor aún, te dará algo en lo que puedes ver resultados inmediatos y tangibles. En un tiempo donde sientes que nada está bajo control, esto ayudará a tu salud mental y disposición.

  • Contacta a tus amigos.                                                                                                                                                                                                              ainur-iman-IrjcB5DbM18-unsplashProbablemente estás en contacto con tus amigos y colegas con los cuales te conectas con regularidad.  Te sugiero que consideres conectarte con amigos y colegas con los cuales no has hablado, a los cuales no les has escrito un mensaje de texto o un mensaje por las redes sociales por un largo tiempo. Contáctalos y dales seguimiento. Déjales saber que piensas en ellos, un mensaje de texto o cualquier otro método es fenomenal. Toma un momento para orar por ellos y hazles saber que lo hiciste.

No hagas de esto un proyecto, o un pendiente en tu lista de cosas por hacer, considéralo un privilegio para animar a alguien hoy. Esto le dará calor a tu corazón y elevará tu pensamiento.

  • Toma tiempo para estar tranquilo.

Tiempo para estar tranquilos es algo que todos necesitamos desesperadamente, en especial durante tiempos de miedo e inseguridad. Mi mundo es ruidoso, la quietud no tiene precio para mí. Voy a admitir que, si estoy mucho tiempo solo o tranquilo, comenzaré literalmente a buscar alguien con quien hablar, pero una reflexión sosegada es esencial para el bienestar de tu alma.

No me refiero solo o específicamente a tu tiempo de quietud o a tu devocional diario, aunque pueda que prefieras combinarlos, sino a un tiempo de quietud real, solo para permanecer tranquilo para pensar y reflexionar. Yo me tomo una o dos tazas de té al día, y eso es muy centrado y una buena pausa para la reflexión. No descartes el impacto de las cosas pequeñas, las cosas simples de tu vida. ¿Cuáles son esas cosas o simples placeres que te ayudan a mantenerte firme?

  • Mantén tu cuerpo en movimiento.

No estoy promoviendo una rutina de ejercicios o una disciplina específica, aunque esa siempre es una buena idea. Eso depende de ti. Me refiero literalmente a mantener tu cuerpo en movimiento. Es muy fácil permanecer inmóvil y convertirse en un sedentario en la mayor parte de los roles del liderazgo. Permítete moverte varias veces al día. Si estás en un estudio profundo o al teléfono o escribiendo correos, levántate y estírate, da varias vueltas o vuélvete loco y haz algunas flexiones. Camina un poco. Lo que sea.  Mantente en movimiento; tu cuerpo fue diseñado para eso y eso lo ayuda a sentirse mejor y liderar mejor.

  • Haz algo sencillo por alguien más.

Hacer cosas prácticas y físicas por otras personas se está volviendo cada vez más complicado debido a que sabiamente todos permanecemos socialmente distantes. Sin embargo, podemos encontrar maneras de amar y cuidar a las personas. Recientemente escuché sobre alguien que repartía comida a una pareja de ancianos que tenían miedo de ir al supermercado. Fue por medio de una llamada telefónica y un poquito de dinero. Otra persona recogió un medicamento para un amigo. La clave es que esto debe ser un gozo para usted, no una tarea. Sin culpa, es un “voy a hacerlo” y no un “tengo que hacerlo”.

  • Toma un descanso de las redes sociales.

Usándolas sabiamente, las redes sociales son una herramienta útil que mejora nuestro ministerio de manera significativa. Sin embargo, podemos tomar un descanso de estas, incluso es saludable aún por unas horas. Usa ese tiempo para leer un buen libro, uno que no esté relacionado con tu trabajo.

La duración de tu descanso depende obviamente de ti. Algunos ayunan de las redes sociales por semanas; otros solo las cierran por medio día, de vez en cuando. Lo importante es que puedas hacerlo, y lo hagas. Toma pequeños descansos sin importar la duración. Si no puedes dejar el teléfono por unas pocas horas, quizás sea difícil encontrar y experimentar “lo normal”.

7)  ¡Ríe!

ben-white-4K2lIP0zc_k-unsplashEste es un tiempo muy serio en nuestro planeta, pero necesitamos respirar y sentirnos normales por un rato. La risa es maravillosa para tu alma. Es una medicina natural que te ayuda a permanecer fresco y restaura tu energía física y emocional de manera que puedes invertir en ello y guiar a otros a hacer lo mismo. Para mí, puede ser un episodio de un programa de televisión, o simplemente compartir una historia cómica con un amigo por teléfono o ¡un juego de mesa con la familia!

¿Y para ti?

No permitamos que el enemigo tome ventaja de lo que está pasando alrededor nuestro, robándonos todo el gozo de nuestras almas. Encuentra el humor de cada día en tu vida.

8)  Exprese agradecimiento

Pocas cosas restauran y fortalecen más tu alma que un corazón agradecido. En estos días sería muy fácil quedar atrapado pensando en lo que no tienes, esa es una respuesta natural a la pérdida y todos la experimentamos en un nivel u otro. La emoción que acompaña esa experiencia puede ser desde decepcionante hasta aplastante. Pero quedarse varado allí pensando en esto no te ayuda. Trata lo más que puedas de concentrarte en lo que sí tienes y en la esperanza de un futuro mejor. Aquellos a los que diriges no esperan que seas un super humano, pero sí cuentan contigo para tener esperanza.

9)  Escuche música.

Soy un fan de los Beatles y estoy orgulloso de ello. A mi nueva nieta ya le encantan los Beatles a sus seis semanas de edad. (Instruye al niño…)

¿Qué tipo de música te gusta?

La música hace maravillas para el alma. Escucha a alguna de tus melodías favoritas tanto como puedas, y por supuesto, ¡tu música de adoración favorita es una gran elección también! Solo no te sientas culpable…si te gusta la música country, pop, clásica, cualquiera, está bien, ¡súbele al volumen!

10)  Ora por las promesas de Dios de amor y esperanza.

He dejado lo mejor para el final. Acércate a Dios, y Él se acercará a ti. “Mientras más tiempo llevo de cristiano más perplejo y desorientado” me siento cuando no estoy íntima y, diariamente cercano en mi relación con Jesús. Me encanta pasar tiempo con Dios. Sus promesas me mantienen avanzando en los días duros.

Uno de mis pasajes favoritos se encuentra en el Salmo 34:4-9:

Busqué a Jehová, y él me oyó,

Y me libró de todos mis temores.

Los que miraron a él fueron alumbrados,

Y sus rostros no fueron avergonzados.

Este pobre clamó, y le oyó Jehová,

Y lo libró de todas sus angustias.

El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,

Y los defiende.

Gustad, y ved que es bueno Jehová;

Dichoso el hombre que confía en él.

Temed a Jehová, vosotros sus santos,

Pues nada falta a los que le temen.

© 2020 Dan Reiland | El Entrenador del Pastor – Desarrollando los líderes de la Iglesia.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Blog de WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: