Por Saraí Ramos
Hace algunas semanas, Dios me regaló la oportunidad de viajar a la ciudad de Hyderabad, India para participar de la Tercera Ola, un evento a nivel mundial que reúne a líderes juveniles emergentes de la Iglesia del Nazareno. Este evento tiene como propósito que los líderes se conecten a través de líneas culturales para la capacitación, compañerismo y colaboración, brindándoles espacios para el desarrollo del liderazgo en un entorno global.
Así que cerca de 260 personas procedentes de 61 países, nos reunimos del 8 al 13 de enero en este evento, ¡ya te imaginarás todas las diferencias de lenguaje, vestimenta, alimentación y locuras que se pudieron vivir allí!
Y justo en una de esas locuras que vivimos el primer día, pude conocer a dos personas increíbles Olly y Clayton, dos chicos de Australia que aman su cultura Samoana y disfrutan compartirla con todos los que pueden, por lo que a lo largo de la semana nos deleitamos en conocer y admirar Hakas, danzas típicas de Samoa, su lenguaje, la vestimenta y muchas cosas más.

Pero lo que más me impactó de todo esto fue la pasión en sus rostros al realizar una danza típica de Samoa, que presentaron en el show de talentos; Clayton, Olly y su región, nos hicieron sentir parte de una película, parecía que todos estábamos en Moana; ¿puedes imaginarte toda la emoción que existía en todos los que admirábamos tal danza?
Cuando terminaron su presentación nos compartieron que esa danza era un canto Cristiano y que esa era la manera en que ellos adoraban a Dios en sus lugares de origen.
¿Sabes? Todo esto me recordó que hay un sin fin de maneras para adorar a Dios y compartir su amor y que cada uno de nosotros debería ser como ellos, orgullosos de nuestra cultura cristiana, compartiendo con pasión en todo tiempo, el amor y gozo que encontramos en Jesús.
*Saraí Ramos es presidente de la Juventud Nazarena Internacional en el Distrito Golfo de México.
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