Por: Scott Armstrong
Versículo Clave: Encontrando a Felipe, Jesús le dijo: -Sígueme… Felipe encontró a Natanael y le dijo: – “Hemos encontrado a Jesús de Nazaret…” (Juan 1:43,45).
Un día mi esposa, nuestros hijos pequeños y yo salimos de un restaurante mientras hablábamos con amigos tranquilamente y subíamos al auto, solo que había un problema: nuestra hija no estaba con nosotros. Salimos del auto y frenéticamente nos separamos en varias direcciones. La desesperación era palpable. Después de lo que pareció una eternidad, una mujer se acercó y me preguntó, ¿Es esta su hija? ¡Sí! ¡La encontramos! Abracé fuertemente a mi hija e inmediatamente corrí hacia mi esposa y exclamé de tal modo que se escuchara en todo el estacionamiento, ¡Aquí está! ¡La encontramos!
Al inicio de Juan, vemos que Jesús llamó a Felipe a ser su discípulo y que comenzó a transformarlo. Felipe no podía callarlo. Encontró a su mejor amigo, Natanael, y exclamó: “Este es Jesús de Nazaret: ¡Tienes que conocerlo!”
A menudo complicamos demasiado el evangelismo, pero, en su nivel básico, compartir nuestra fe es simplemente encontrar a Jesús y ser encontrado por él y no guardarlo solo para nosotros. Como Felipe, proclamemos con entusiasmo, ¡Hemos encontrado a quien estábamos buscando! ¡Tienes que conocerlo!
Oración: Señor, gracias por buscarme y encontrarme. Ayúdame ahora a presentarte a otros que también necesitan ser encontrados. ¡Amén!
Deja una respuesta