Citas de El Buen Evangelio

Por: Scott Armstrong

Recientemente leí El Buen Evangelio: Cómo Todo Lo Que Está Mal Puede Estar Bien de Lisa Sharon Harper. Estoy de acuerdo con Shane Claiborne, quien dice: “En estas páginas, el Jardín del Edén se encuentra con el mundo en el que vivimos”. Animo a cualquiera a leer el libro completo; de hecho, mi esperanza es abrir tu apetito con los siguientes extractos. Déjame saber qué te desafía o resuena en ti.

*Las siguientes citas fueron tomadas del libro de Lisa Sharon Harper  The Very Good Gospel.

Shalom

“Shalom es a lo que huele el Reino de Dios. Es cómo se ve el Reino y lo que Jesús requiere de los ciudadanos del Reino. Es cuando todos tienen suficiente. Es cuando las familias se curan. Es cuando se renuncia a la vergüenza y nos aferramos a la libertad interior. Es cuando la dignidad humana, otorgada por la imagen de Dios en toda la humanidad, es cultivada, protegida y servida en las familias, comunidades de fe, escuelas y a través de las políticas públicas. Shalom es cuando se reconoce la capacidad de liderazgo en cada ser humano y cuando las naciones se unen para proteger el medio ambiente”. – Pág. 14.

Pecado

“El pecado no se trata de la imperfección personal del yo. Más bien, el pecado es cualquier acto que rompe cualquiera de las relaciones que Dios declaró muy buenas al principio. Como resultado, el antídoto contra el pecado no es la perfección personal, ¡es el amor radical!” – Pág. 50.

Vergüenza

“Al final, la vergüenza nos deja solos, separados unos de otros. Nos hace arremeter, luego nos dice que cubramos nuestro pecado, que lo neguemos, lo defendamos y le demos vuelta. Y por otro lado, la vergüenza nos lleva a fabricar armaduras para proteger nuestros corazones de más desconexión y separación. Esto se parece a coser una cubierta protectora de hojas de higuera, a creer la mentira fundamental de que este pecado, nuestro o de ellos, es la confirmación de que, de hecho, no valemos nada detrás de las hojas de higuera”. – Pág. 76.

Árboles + Sanación

 “Jesús fue crucificado en un árbol. Dios, el creador del árbol, fue clavado en él. El pecado original de la humanidad se cometió en relación con un árbol, el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. Ahora, la redención de la humanidad y la reversión de la Caída suceden en relación con un árbol. Después Jesús conquistó la muerte, abriendo su propia tumba. Y al final solo queda un árbol, el Árbol de la Vida. Las hojas del árbol son para la sanidad de las naciones (ver Apocalipsis 22:1-2).” – Págs. 113-114.

Familias Rotas + Reconciliación

 “Dios está comprometido con las familias rotas. Ya sea que se trate de la dinámica interpersonal de la dominación o de una opresión sistémica que rompe familias, Dios está comprometido a reconciliar a las familias. El pecado es separación, y siempre será parte de la experiencia de nuestro mundo caído, pero la promesa es esta: en medio del dolor, en medio de la enorme división en nuestras familias, en medio del anhelo más profundo de Shalom en nuestras relaciones más cercanas, Dios se encuentra con nosotros. Y Dios llena la brecha a través del pueblo fiel de Dios y a través del gobierno piadoso… No hay vergüenza en la situación de tu familia; solo hay una oportunidad de experimentar más de Dios”. – Págs. 135-136.

Sesgo Implícito

“A lo largo de los siglos, la imagen de Dios ha sido violada en todo el mundo. La brecha es el resultado de lo que los psicólogos llaman sesgo étnico explícito (consciente) e implícito (inconsciente). El sesgo explícito sentó las bases para el comercio internacional de esclavos, la aniquilación de los pueblos indígenas en todos los continentes y el establecimiento de una jerarquía racial. El sesgo explícito construyó los sistemas con los que continuamos operando en Estados Unidos. Mientras tanto, el sesgo racial implícito (inconsciente) mira nuestro mundo roto y dice: «Las cosas son como deberían ser». El sesgo implícito es lo que hace la mente cuando hace asociaciones rápidas para acortar sus procesos de pensamiento. Por ejemplo, cuando se encuentra con una mesa, la mente no dice Tiene cuatro patas y un tablón, por lo tanto es una mesa. Simplemente mira el objeto e inmediatamente lo asocia con una mesa. La asociación inconsciente es una parte normal de la funcionalidad del cerebro, pero en nuestra sociedad racializada, hemos aprendido a hacer asociaciones inconscientes con los blancos y los negros y otras personas de color”. – Pág. 150.

“El sesgo implícito nos dice que las cosas son como deberían ser. Los sistemas y estructuras injustos siguen vigentes porque la gente no exige un mundo mejor”. – Pág. 151.

“¡El antídoto teológico contra el sesgo racial implícito es la doctrina de la imagen de Dios!” -Pág. 208.

Justicia

“La caridad ofrece una ayuda  a las personas atrapadas en la red de la pobreza. La justicia examina la telaraña y la derriba”. – Pág. 191.

Una “pequeña muerte”

“Algo que nunca olvidaré: ‘Pedir perdón es morir una muerte pequeña’. Sí. Y supongo que la humildad también es una muerte pequeña, la muerte de la supremacía. La confianza es una muerte pequeña, la muerte del control. La verdad es una muerte pequeña, la muerte de la falta de responsabilidad. La reparación es una pequeña muerte, la muerte de la dominación. La reciprocidad es una pequeña muerte, la muerte de la autonomía. Abrazar al “otro” es una pequeña muerte, la muerte del ensimismamiento”. – Pág. 202.

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