Dos Pláticas Diferentes

Por: Rev. Scott Armstrong

Una iglesia Génesis semanalmente celebra servicios que son relevantes y transformadores para su comunidad.

“¿Qué hora es?” – le pregunté a un hombre en la calle mientras me apresuraba para hacer algunas diligencias.

“¿De dónde eres?” – me preguntó a su vez, en el español rápido característico de República Dominicana.

“Soy de Estados Unidos, ¿Sabe qué hora es?” – quise ser educado y al mismo tiempo recordarle mi primera pregunta.

“Estuve en Nueva York una vez” –me dijo- “es frío por allá. Te apuesto que eres de Nueva York. Seguramente aquí sientes calor, ¿verdad?”

Exasperado por dentro pero tratando de no demostrarlo, le dije: “Soy de la Ciudad de Kansas. Soy misionero aquí y me encanta el clima. Disculpa si te molesto, pero veo que tienes reloj. Necesito saber si tengo tiempo suficiente para hacer una diligencia más antes de ir a casa”.

“Conseguí este reloj con un chico a tres cuadras de aquí” – me dijo orgullosamente- “No, espera, a cuatro cuadras…”

¿Has hablado con alguien y al terminar la conversación sentiste que habían tenido dos pláticas diferentes? Es frustrante hacer una pregunta que no es respondida, ¿verdad?

Muchas iglesias de las que he formado parte pasan la mayoría de su tiempo conversando apasionadamente, usando frases relacionadas con la iglesia, dirigiendo cosas importantes en el templo e inspirando a todos los que asisten regularmente a los cultos. El problema es que eso no está ni siquiera cerca de lo que platica la comunidad alrededor de ellos.

¿Cómo puedo lograr ser buen empleado y a la vez ser buen padre si tengo dos empleos y estoy agotado?

¿Es aceptable la homosexualidad? Si soy homosexual, ¿me sentiré como en casa en tu congregación?

Si Dios es amor y también todopoderoso, ¿por qué hay tanta maldad en el mundo?

Estas y muchas otras preguntas nunca son respondidas de manera reflexiva en muchas iglesias. Entonces la tendencia en nuestras comunidades es pensar que lo que sea que pasa en el templo, no tiene nada que ver con la vida diaria de las personas alrededor.

La primera característica de una iglesia Génesis es que semanalmente celebra servicios que son relevantes y transformadores para su comunidad. El culto de adoración corporativo es la reunión habitual de creyentes en un lugar con el objetivo de adorar al Señor y ser transformados por Él.  Es la expresión unida y pública de la adoración que cada individuo y familia ha estado haciendo en sus vecindarios, escuelas y trabajos durante la semana.

El culto de adoración semanal debe ser el punto de acceso primario para que aquellos que no conocen a Jesús acudan a hacerlo.  Ellos tienen que sentirse bienvenidos en ese lugar. Debe ser un tiempo caracterizado por la excelencia, el gozo, y una expectación contagiosa. ¿Qué es lo que el Dios del universo hará hoy? ¿Cómo va a hablar a mi vida? ¿Y cómo quiere usarme esta semana para hacer una diferencia en el mundo?

Responde honestamente a estas preguntas:

  • ¿Cuántas personas llegan a conocer al Señor cada mes en tus   cultos de adoración?
  •  ¿El culto se siente como un programa a seguir o como una cita estratégicamente orquestada con tu Creador ?
  • ¿La música de tu iglesia, los sermones e incluso los avisos y la decoración están de acuerdo con la cultura que te rodea?
  • ¿Cuándo fue la última vez que tú como iglesia hiciste algo al interior (en el culto de adoración) que marcó una diferencia en el exterior (en la comunidad)?
  • Si no sabes nada de la Biblia y la cultura de la iglesia, ¿te sentirías bienvenido a este culto?

En esencia, todo se resume en esto: ¿Estamos respondiendo preguntas que nadie a nuestro alrededor nos está preguntando?

Una iglesia Génesis semanalmente celebra servicios que son relevantes y transformadores para su comunidad.

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