Recientemente recibí la siguiente reflexión del Rev. Howie Shute. Howie y su esposa Bev sirvieron por muchos años en el Cuerno de África como misioneros con la Iglesia del Nazareno, y fueron parte de un movimiento de Dios verdaderamente asombroso, en esos países. Actualmente sirven como pastores de la Iglesia del Nazareno Victory Hills en Kansas City, Kansas. Mi oración es que las palabras de Howie puedan atravesar nuestros corazones y nos lleven a hacer la misma oración que Dios le está enseñando a Él.
Por Rev. Howie Shute
Es algo maravilloso estar cerca de personas que tienen fuego por el Señor y quieren ser usados en su Reino, multiplicando a los seguidores de Jesús y plantando iglesias…Bev y yo estuvimos entusiasmados de ser parte de un movimiento en el Cuerno de África, pero hemos estado hambrientos de ver a Dios moverse en una gran manera otra vez, aquí donde ministramos.
Dios me ha hablado muy claramente durante la semana pasada. Si puedo parafrasear lo que he escuchado de parte del Señor, es esto:
Howie, tú tienes un deseo de multiplicar a los seguidores de Jesús a través de una red de iglesias orgánicas en Kansas City y más allá. Tú quieres alcanzar a las personas que no están en la iglesia, especialmente aquellos que viven en hogares rotos. Esto es bueno, pero tu deseo de hacer esto es más un sentido de obligación que un corazón quebrantado por los perdidos.
¡Vaya! Hay momentos cuando escuchas al Señor, que Él realmente mueve tu mundo. Este fue uno de esos momentos. ¡Él tiene razón (por supuesto)! ¡Siempre la tiene! Mientras pensaba en mi deseo de alcanzar a los perdidos, reconocí que era un sentido de obligación que me había dado la visión de alcanzar a los perdidos de nuestra ciudad. Si las personas que no tienen a Jesús están perdidas y no van para el cielo, entonces debemos, por obligación, compartir a Jesús con ellos. ¿A qué otra conclusión podemos llegar – especialmente cuando conocemos que la Biblia es tan clara en que hay otro destino para aquellos que no conozcan a Jesús personalmente?
Odiamos si quiera decir la palabra. No quisiera poner la palabra en esto que estoy escribiendo ahora. Es aterrador solo de pensarlo. El infierno es un asunto muy desagradable. Desafortunadamente, no se va solo porque lo ignoremos. No desaparece si no creemos en él. No podemos escapar de él, incluso si pensamos que somos muy buenos como para ir ahí. O tenemos una relación personal con Jesús, o no la tenemos. Si no hemos entrado a una relación con Dios por medio de arrepentirnos de nuestros pecados y confiando en la muerte sacrificial de Jesús en la cruz, entonces estamos perdidos y en camino a este lugar, que es espantoso de mencionar. El infierno espera por los que no están siguiendo a Jesús. Este terrible pensamiento de obligación no solamente nos da un sentido de obligación, pero debería quebrantar nuestro corazón.
Es por eso que estoy poniéndolo en primer lugar en mi lista de oración en estos días. “¡Oh, Dios, quebranta mi corazón por los perdidos!” ¿Te unirás conmigo a esta oración? Ora por mí para que yo tenga un corazón quebrantado por los perdidos, entonces Dios nos usará en gran manera para alcanzar a la gente para Jesús.
Mientras desarrollamos una relación más apasionada con Dios, Él nos dará su corazón, y su corazón está quebrantado por los perdidos. Y si Dios responde nuestra oración de darnos una mayor intimidad con Él y quebrantar nuestros corazones por los perdidos, veremos suceder cosas asombrosas en toda nuestra ciudad y en el mundo. Así que ora conmigo, “Quebranta Mi Corazón, Señor.”
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