Por Scott Armstrong
“Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.” (Romanos 12:1-2 NVI)
Como iglesia hacemos que parezca muy fácil conocer la voluntad de Dios. ¡Hay fórmulas que podemos seguir! Por ejemplo, Santiago dice, “Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie” (1:5). Ahí está la fórmula de la Sabiduría: nos falta, la pedimos–¡Y boom, la obtenemos! Entonces, ¿por qué casi nunca es así de simple?
Como pastor de jóvenes y ahora como misionero, he visto muchos adolescentes que, con el paso del tiempo, han luchado por conocer la voluntad de Dios para sus vidas. ¿Con quién me debo casar? ¿A dónde debo ir para estudiar la universidad? ¿Qué es lo que Dios quiere que yo haga hoy, y ahora?
Romanos 12:1-2 es un pasaje muy conocido que contiene otra fórmula para conocer la voluntad de Dios. Nos promete que “podremos comprobar cuál es la voluntad de Dios” si solo seguimos las instrucciones mencionadas. Debemos ofrecernos como “sacrificios vivos.” Un sacrificio no tiene derechos; está rendido completamente sobre el altar. Incluso un sacrificio vivo tiene que estar rendido completamente. Después las instrucciones dicen que no debemos amoldarnos al mundo actual, sino que debemos ser transformados. Tiene que haber un cambio genuino en nuestros estilos de vida e incluso en nuestra mentalidad–algo que es visualmente distinto de la cultura que nos rodea.
A pesar de que muchos de nosotros estamos cansados de fórmulas fáciles y rápidas, creo que la clave para conocer a Dios está envuelta en estas instrucciones. Sabremos la voluntad de Dios si rendimos todo a Él.
De los cientos de adolescentes que he visto luchando por saber la voluntad de Dios para sus vidas, ¿saben cuáles parece que han entendido la voluntad de Dios más que los otros? ¡Aquellos que se han entregado a Dios en un 100%! Aquellos que han anhelado no solo conocer su voluntad, sino conocer a Dios mismo más y más cada día. Los que se han sacrificado. Aquellos que no están amoldados al mundo que los rodea. Aquellos que han sido transformados.
¿Quieres conocer la voluntad de Dios?
¿Ya eres un sacrificio vivo?
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