A continuación, el paso seis de la serie “Diez Pasos Prácticos para la Plantación de Nuevas Iglesias,” escrita por el Pbro. Manuel Molina Flores.
Cómo crear células o grupos de estudio bíblico en casas
Generalmente nosotros empezamos una iglesia con una familia que se entrega a Cristo, ofrecen su casa para iniciar estudios bíblicos, entonces invitamos a otros convertidos, o aún contactos, a asistir un día por semana a estos estudios que son dirigidos por el plantador o el pastor. Así, podemos abrir varias casas o células de estudio, dirigidas aún por nuevos convertidos, dichas células, en lo sucesivo, se unirán para dar luz a la nueva iglesia.
Se trata de crear células que provean una identidad espiritual a cada miembro y promuevan los ministerios mutuos bajo el cuidado de un líder espiritual o un pastor. En tanto el discipulado se enfoca en el desarrollo de los hábitos de una vida cristiana disciplinada, la comunidad espiritual promueve la formación de los aspectos de identidad, de responsabilidad de familia, mediante la práctica del ministerio mutuo.
Las actividades variarán de acuerdo con las necesidades e intereses del grupo. Podrán incluir adoración, estudio bíblico, actividades de compañerismo, etc. Siempre deberán ser oportunidades para compartir victorias, derrotas, desafíos y pruebas, así como también un tiempo para orar los unos por los otros. Además, deberán ser un desafío para que los miembros de la célula se sirvan unos a otros. Estas reuniones sirven, también, para evaluar la salud de sus miembros.
Desde el principio, insista sobre el liderazgo local
La creación de células depende del descubrimiento de líderes potenciales (o, cabezas de familia). Como fundadores de iglesias, debemos evitar la trampa de organizar estos grupos alrededor de nosotros mismos. Debemos motivar y empoderar a algunos líderes provenientes del grupo mismo. El fundador de iglesias invertirá su tiempo en la preparación de líderes.
Las características principales de un líder espiritual son:
- Una vida espiritual auténtica. Él o ella está creciendo espiritualmente, y tiene algo que es digno de imitar o compartir.
- Ama profundamente a la gente. Él o ella está involucrado en las necesidades y preocupaciones de los demás creyentes.
- Crea un sentido de pertenencia. Él o ella capacita a los otros para que se sientan parte del grupo.
- Moviliza a los demás para el servicio. Él o ella pueden motivar a otros para que se involucren activamente en el ministerio mutuo.
Si nuestra visión es que la nueva iglesia crezca a través de los grupos de estudio bíblico o células, entonces debemos enviar a los líderes potenciales a formar dichos grupos (pues retenerlos sentados hará que el trabajo sólo se centre en el grupo inicial).
- Ore para que Dios levante líderes de entre aquellos que están siguiendo activamente las disciplinas cristianas de crecimiento. Trate de identificar a los líderes espirituales potenciales, entre aquellos que muestran amor y que animan activamente a los demás para que crezcan en su vida cristiana.
- Comience a reunirse con sus líderes potenciales; ayúdeles a desarrollar y ver claramente el cuadro de los conceptos de identidad, de comunidad espiritual y de responsabilidad del ministerio. Practique con ellos las actividades que ellos tendrán que fomentar en su nueva iglesia.
- Los líderes potenciales deberán comenzar activamente a buscar a aquellos que desean incluir en la nueva célula que están tratando de formar. Resista la tentación de intervenir en esta etapa. El líder que tendrá la responsabilidad de mantener la célula deberá ser el mismo que forme la célula.
***Espera el paso siete en la próxima entrada.
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