Santidad y Santificación

Por: Eddie Estep, Superintendente de Distrito en Kansas City (EE.UU.)

Creemos que la santificación es la obra de Dios que transforma a los creyentes a la semejanza de Cristo. – Artículo 10, Manual, Iglesia del Nazareno.

La santificación, el acto o proceso por el cual algo o alguien es santificado, comienza cuando el corazón humano responde por primera vez a la gracia.

Debido a que el pecado tiene una naturaleza doble, que se refiere tanto a lo que hacemos como a quiénes somos, el remedio de Dios también tiene una naturaleza doble. En la justificación somos perdonados de los actos de pecado que hemos cometido, pero incluso después de haber “nacido de nuevo”, la esencia del pecado permanece. Si bien lo que hemos hecho ha sido perdonado, lo que somos ahora necesita ser transformado a la semejanza de Cristo. La santificación es la forma en que Dios trata con la esencia del pecado dentro de nosotros, formateando nuestra «configuración predeterminada», por así decirlo.

La meta de la santificación es la semejanza a Cristo: nuestra renovación a la imagen de Dios. Wesley creía que la gracia santificante era la cura de Dios para los males personales y compartidos de la humanidad.

Una Moneda con Dos Caras

La santificación puede verse como una moneda con dos lados: un lado positivo y un lado negativo. Esto se ve más claramente en Gálatas 5. En el lado negativo, es la libertad de (eliminación de) el pecado interior. En el lado positivo, es libertad para (renovación del) amor perfecto. En términos generales, el Movimiento de Santidad Estadounidense ha tendido a pulir el lado negativo de la moneda, y la teología wesleyana ha tendido a pulir el lado positivo. Se necesitan ambos lados de la moneda para comprender el todo y reflejar la imagen completa de Jesucristo.

Viaje Transformador y Momento Transformador

Me ha resultado más útil entender la santificación como un viaje (proceso) transformador marcado por momentos (crisis) transformadores. H. Ray Dunning dice que la santificación es tanto un peregrinaje como un evento, una búsqueda y un regalo. Si bien la santificación no puede reducirse a un solo momento en el tiempo, tampoco puede descartarse la importancia de tales momentos. Wesley pudo mantener un equilibrio adecuado entre el proceso y el momento, algo que a veces a sus descendientes teológicos les resulta difícil hacer.

La santificación es un proceso de toda la vida (viaje de transformación) que incluye una ocasión específica (momento de transformación) en el que comienza el proceso (santificación inicial) y una ocasión específica en la que uno se llena de amor perfecto. A ese momento Wesley le dio el término entera santificación. Y a ese término nos referiremos a continuación.

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