Por: Denver Butson
Sigo volviendo al poema «Martes 9:00 a.m.» del poeta Denver Butson mientras buscamos comenzar iglesias y marcar una diferencia en los contextos urbanos de nuestra región. ¿Qué te provoca el siguiente poema? ¿Por qué crees que pienso que puede decirnos algo sobre el ministerio en las ciudades?
Un hombre de pie leyendo el periódico en la parada de autobús, en fuego estaba.
Llamas salían por doquier, debajo de su cuello y sus mangas.
Sus zapatos se han comenzado a derretir.
La mujer de a lado le quiere decir que está ardiendo,
pero ella está a punto de hundirse.
Agua por doquier, en su boca, oídos y ojos,
una corriente continua de agua sale de su blusa.
Otra mujer se detiene en la parada de autobús,
pálida y congelada, intenta pararse cerca del hombre en fuego
para derretir los copos de hielo que se han formado en las pestañas y fosas nasales,
impidiéndole decir una palabra a la mujer que se está hundiendo.
Pero la mujer está congelándose a morir,
y no se puede mover por los bloques de hielo en sus pies.
Les toma tiempo a los tres abordar el autobús,
por las llamas, el agua y el hielo.
Pero cuando finalmente lo abordan y se sientan,
el conductor ni siquiera se da cuenta que ninguno de ellos ha pagado,
porque le torturan visiones y se pregunta si el hombre que se bajó en la última parada
realmente fue atacado salvajemente por los perros.
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