Por: Cathy Spangler
Padre, danos tus ojos para ver a los demás como tú los ves, en especial a aquellos que tienen diferentes opiniones a las nuestras, gente a la que hemos ignorado y de quienes hemos apartado la vista.
Transforma cada actitud y rompe los muros que hemos construido que hayan restado valor a las personas de quienes tienes cuidado.
Ayúdanos a no juzgar a las personas por como son en lo exterior.
Ayúdanos a discernir aquellos corazones que claman por una razón, un propósito y una identidad.
Danos el deseo de formar relaciones con quienes no son como nosotros.
Enséñanos cómo hacer que se sientan aceptados y seguros.
Derrama de tu amor desde nuestros corazones hacia los de ellos a través de tu Espíritu Santo.
Porque en el amor no hay temor.
El amor nunca falla.
Escogemos obedecerte y mostrar de tu amor a las personas de esta ciudad… en cada relación personal que tengamos.
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