A Donde He Llegado

A continuación compartimos el testimonio de Freivy López, quien sirvió como misionero voluntario de Génesis en Honduras.

Dos años han transcurrido y nunca habría imaginado todo lo que he aprendido en San Pedro Sula; Dios ha sido bueno en todo momento, el impulsor y precursor de mi aprendizaje. “A donde he llegado” más que una frase, es una pregunta que hace referencia al lugar donde vivo y en el cual sirvo.

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Quiero compartir diez puntos esenciales que Dios ha hecho en y a través de mí, moldeando mi carácter, personalidad y fortaleciendo gran parte de mi vida espiritual:

  1. CREÉ AMISTADES FUERTES

Siempre he considerado que la soledad puede vencerse de muchas maneras y una de ellas es creando lazos de amistad, estos dos años me di a la tarea de generar amistades con personas del barrio Barandillas, me llaman: Amigo, Freivy, Profe, Pastor, Misionero y la mejor: “Hermano Trigueño”, esto me ha permitido tener seguridad para caminar por las calles del barrio.

Dentro de la iglesia local los lazos de amistad han sido de gran bendición en muchos momentos, los hermanos de la iglesia han apoyado al proyecto directamente y han ofrecido su ayuda en momentos de enfermedad.

  1. GUIÉ A JÓVENES A LAS MISIONES

Cada actividad que se desarrolló contenía diversos enfoques, uno de ellos era motivar a otros jóvenes a ver las misiones como un estilo de vida. Pamela Alvarado y Emanuel Guerrero son jóvenes de la Iglesia Central a quienes busqué para dirigirlos a un pensamiento misional. Emanuel fue de gran ayuda en las brigadas odontológicas. Pamela y su JNI fueron un gran apoyo en muchas de nuestras actividades, además de participar directamente como maestra y discipuladora del sitio Génesis.

Dentro del Distrito enfoqué mi predicación en las misiones, motivando a jóvenes, en los campamentos y cultos distritales, a vivir una vida llena de pasión en Jesús. Durante las asambleas de MNI busqué motivar a los pastores a no rendirse ante las dificultades del país y a contagiar a sus congregaciones con una vida de evangelismo.

  1. DESARROLLÉ LIDERAZGO Y UNA FUERTE AMISTAD CON EMANUEL GUERRERO.

Una de las amistades más fuertes que he tenido durante este tiempo ha sido la de Emanuel, busqué guiarlo tanto en temas personales como ministeriales, apoyándolo a desarrollar muchos de sus talentos, ya que vi una gran capacidad para seguir con el trabajo, con ese fin lo involucré en muchas de nuestras actividades, lo impulsé a la predicación y al aprendizaje de nuestra doctrina.

  1. FORTALECÍ TALENTOS

He desarrollado o mejorado mucho mis talentos, cantar fue una de mis grandes proezas, en ocasiones tenía que hacerlo en los devocionales y cultos del punto Génesis, esto conllevó a mejorar y aprender cosas nuevas en la guitarra y el bajo.  

  1. CONSOLIDÉ MI FORMA Y MÉTODO DE PREDICACIÓN.

Mi primera experiencia en mi forma de predicación fue en Dominicana, llegar a Honduras generó el mismo reto, tener una predicación natural y fuerte en Palabra. Que no fuera un mexicano predicándoles, sino alguien que comprendía la situación de ser un catracho. Además, gracias a otros viajes que tuve durante este tiempo a otros países, Dios ha dado una visión diferente en mi forma de predicación.

  1. FORTALECÍ MIS DISCIPLINAS ESPIRITUALES.

Considero que todos experimentamos este fortalecimiento durante nuestro servicio, vivir en otro país y pasar diversas dificultades me han permitido buscar más de la presencia de Dios.

Cada día busque más de Él y no permití que nada pudiera afectarme. Además debo agradecer que durante los devocionales Merit y Eunice fueran de gran apoyo espiritual.  

  1. DESARROLLÉ MI PROPIO MATERIAL DE TRABAJO.

Debido a las necesidades, creé mi propio material evangelístico y de discipulado. Gracias a Dios este material fue de gran bendición para muchos niños y adultos del barrio. Además de desarrollar proyectos únicos enfocados a las necesidades de la comunidad.

  1. CONSOLIDÉ MI LLAMADO.

En 2012 mi vida tomó un rumbo muy diferente, Dios habló a mí dirigiéndome hacia las Misiones; en estos últimos meses Dios ha vuelto a cambiar el rumbo de mi vida, ahora dirigido al Pastorado, he buscado su dirección y me he puesto en sus manos. Estoy seguro que mi vida es totalmente de Él y le serviré en todo lo que Él me pida.  

  1. VENCÍ MI SOLEDAD (APRENDÍ A VIVIR CON ELLA)

Vivir solo no es fácil, la tecnología nos acerca a la familia y tenemos amigos en el lugar donde servimos, pero nunca será igual. La soledad es nuestra mayor enemiga, sé que muchos no podrán comprender esto pero hablo con madurez; vivir solo conlleva a tener nuestras propias reglas, condiciones y obligaciones, pero hay más cosas como tentaciones que muchos no expresamos pero las tenemos y es ahí donde debemos estar más que preparados. Estos dos años me enfoque en buscar mis propias alternativas con las cuales vencerla.  

  1. DESARROLLE UNA VISIÓN DIFERENTE SOBRE MISIONES.

Ahora tengo más claro que significa una vida misional, sé que no es fácil pero disfruto hacerlo. Jugar con niños, orar por un enfermo, dar clases, evangelizar y discipular, son parte de mi vida. Es por eso que dedicaré mi vida a servir a Dios.

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