El 20 de agosto tuvimos el privilegio de compartir un tiempo muy especial en Irigaray, una de las iglesias del Distrito Norte de Costa Rica. Realizamos una Máxima Misión en la cual participaron 35 jóvenes de diferentes iglesias: Poás, Upala, Barrio San José, Irigaray, Quebrada Grande, Liberia y Cañas Dulces. Hicimos trabajo comunal, evangelismo, trabajo con niños y compasión; Dios como siempre nos mostró su respaldo y fidelidad en cada actividad realizada.
Llevamos bendición de Dios a muchas familias de Irigaray, compartimos la Palabra, oramos por los niños y entregamos seis canastas de alimentos en la comunidad, las familias estaban agradecidas con Dios y con la Iglesia del Nazareno por haberlos tomado en cuenta.
En cada Máxima Misión, Dios me ha enseñado a servirle con amor, pasión, compromiso y alegria. Fue maravilloso ver la disposición y deseos de las personas de Irigaray de aprender más la Palabra de Dios, además sentir su amor y protección.
Una de las familias que visitamos nos compartió la necesidad que estaban pasando y la gran bendición que habían recibido cuando nosotros les llevamos la canasta de alimentos, Dios se muestra en cada respirar, y testimonios como el de esta familia son los que nos inspiran para seguir sirviendo en la obra del Señor.
Deja una respuesta