Pastor Gerardo Aguilar
Oí de un hombre padre de familia enfermo de cáncer con un diagnóstico de sólo semanas de vida. Decidió testificar en su iglesia local. El hombre se paró enfrente; su esposa e hijos están sentados en las primeras bancas. El hombre habló y dijo: Sé que moriré pronto. Sé la causa y tengo la idea de cuándo podría ser mi último día. En realidad –dijo él–, todos en este lugar estamos muriendo de alguna manera, pero algunos no saben de qué morirán y cuándo será esto. Es cuestión de tiempo.
Creo que nadie espera decir esto tan fácil sabiendo que la gente que más amas está en primera fila y lo escuchará sin escollo.
Una etapa crucial en la vida de Jesús fue en Getsemaní momentos previos a su pasión y muerte en la cruz. Fue un lugar donde hizo oración al Padre teniendo una plática similar a la de aquel hombre enfermo de cáncer. Jesús sabe que pronto morirá, y sabe muy bien cómo. Sabe también que sus amigos le abandonarán sin excepción. Morir es cuestión de tiempo.
Mateo 26:39 nos dice: “Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.”
Quiero resaltar las palabras iniciales del verso: “Yendo un poco adelante…’’ Estas palabras expresan que el Señor Jesús quiso voluntariamente seguir lo iniciado para completar el plan de salvación del hombre; por ello, el Señor fue ministrado por el Espíritu Santo esa noche en Getsemaní. Hablar en intimidad con su Padre trajo la fortaleza necesaria para continuar su misión redentora. Pidió sumisamente en oración al Padre que se hiciera Su soberana voluntad y no la propia.
- ¿Has pensado desistir de un plan y propósito de Dios para tu vida?
- ¿Estás invirtiendo tu tiempo, es decir, tu vida en lo que realmente vale?
- ¿Has pedido al Señor que se haga Su voluntad y no la tuya en tu vida?
El padre de familia de nuestra historia finalmente habló victorioso a su iglesia y familia citando Gálatas 2:20: “Con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo, sino Cristo vive en mí.” Se aferró a la voluntad de Dios en su vida.
En esta Cuaresma, imita la obediencia y perseverancia de Cristo evidenciada en Getsemaní. Atiende el supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Vive para Cristo.
Cumple el propósito para el cual estás en esta vida.
Ama a Dios sobre todas las cosas y sírvele como nunca antes.
En estos días, ¡vamos un poco adelante!
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