Por: Dra. Carla Sunberg y Karen Cruz
Hace algunas semanas, la MNI (Misiones Nazarenas Internacionales) de la Región Mesoamérica produjo y transmitió una serie de mensajes y talleres de varios líderes globales y regionales. El propósito y esperanza es que esos videos fomenten una conversación en nuestras iglesias y nos equipen para la misión actual. Después de mirar cada video, una joven nazarena de la Ciudad de México, Karen Cruz, ha escrito varias reflexiones sobre los temas. Hoy Karen nos comparte sus pensamientos sobre “Misiones en Tiempo de Crisis”, compartido por la Dra. Carla Sunberg.
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¿Alguna vez tuviste tanto dinero que no sabías que hacer?
¿Tuviste tanto dinero que no recuerdas cómo lo gastaste?
¿Has podido ayudar a alguien de alguna manera, pero no lo hiciste?
Seguro que has escuchado la palabra «involúcrate» muchas veces. En estos tiempos la podemos interpretar como “ayuda a alguien”. En nuestro mundo hay mucha necesidad, y cuando esa necesidad se agrava, llega a ser una crisis; se sufren días en los cuales parece que no hay más luz ni esperanza y no se tiene la certeza de qué pasará. Aunque todos hemos dicho en algún momento de la vida las frases: «No sé qué hacer» o «Esto es muy difícil para mí», déjame decirte que actualmente son palabras muy frecuentes entre la población mundial, debido a las abrumadoras cifras de muerte y pobreza. El mundo está cambiando, por lo cual nosotros tenemos que aprender y adaptarnos a cualquier situación que se nos presente, ya sea en el trabajo, las escuelas, los hijos, o la familia. Es como si la palabra flexibilidad no solamente fuera parte de nuestro vocabulario, sino una realidad indispensable para vivir.
Vengo de una iglesia muy pequeña en la cual apenas conocen o usan la tecnología. No me malentiendas, no es que no se le apoye, es que muchas veces es difícil como iglesia abrirse a los nuevos retos o a la famosa “época de la tecnología.”
Cuando vi el video de la Dra. Carla Sunberg, me sorprendió su historia sobre la adolescente en Guatemala. Esa chica con mucho esfuerzo había guardado dinero durante un buen tiempo para festejar sus XV años, pero el Señor trabajó en su corazón y al final lo donó para los más necesitados. Dios nos muestra a través de sus ojos, la compasión. Lo que ella hizo es uno de los mandamientos más importantes que Dios nos pide: ella amó a su prójimo como a sí misma. ¿Tú lo has hecho?
Puedo asegurarte que, si Dios no quisiera que su mensaje fuera compartido en muchas partes del mundo y de diferentes maneras, no nos daría estas herramientas para poder hacerlo. ¿Te has preguntado qué pasaría si nos enfocáramos más en lo que Dios ha creado y combináramos nuestros talentos, nuestros dones y nuestras habilidades?
Muchas veces la tecnología nos da miedo, o pensamos que puede ser usada en nuestra contra, pero quiero invitarte a que aprendamos desde cero y no tengamos temor de aventurarnos a compartir el mensaje, de tal manera que eliminemos nuestras barreras e inseguridades y nos comprometamos como iglesia a llevar las buenas nuevas a donde no han sido escuchadas.
Quiero que pienses en aquella casa, esa familia que sufre en estos tiempos de pandemia. Lo único que necesitan es una palabra de amor, un simple gesto, una esperanza. Dios es eso: es amor, es esperanza y es plenitud. No descuidemos ninguna área en nuestras vidas, fortalezcamos nuestro crecimiento espiritual y personal como miembros de la iglesia, y seamos la creación que Dios espera para alcanzar a los que aún no han sido alcanzados.
Si tienes los medios para ayudar a otros, no te límites al compartir y apoyar en tu comunidad. Es importante también la manera en la que lo hacemos, el entusiasmo con el que damos. Recuerda que somos testimonio todo el tiempo. Es importante orar, adorar y buscar oportunidades como iglesia, sin perder la intención de predicar y compartir el evangelio que nuestro Dios nos dio.
Wow!! Que bendición, Dios siga llenándote de sabiduría y amor por las misiones, pero sobre todo para la personas, jóvenes a tu alrededor!…te admiro mi niña, love you!!