Una Puerta Abierta en medio del Luto

Por: Isaac de Jesús Rodríguez, República Dominicana

Dos semanas antes de iniciar Misión sin Límites https://transformaelmundo.com/2021/04/09/etapa-tres-de-mision-sin-limites-se-lleva-a-cabo-en-mesoamerica/, estábamos pasando por un proceso con nuestra madre. Un miércoles en la tarde ella sufrió varios paros cardiacos y tuvimos que llevarla al médico para internarla. Al instante empecé a llorar y le dije a Dios: ¿Qué me quieres enseñar? Y Dios me dijo: yo soy quien te cuida, respalda y sustenta. Yo soy tu Dios. Yo lloré y entendí lo que Dios me quería enseñar.

El viernes por la tarde fui al hospital para quedarme con mi madre. Estando ahí, mí hermano me llamó y me dijo: haz la oración de fe con mami. Mi madre y yo oramos juntos, ¡y ella aceptó al Señor como su único Señor y Salvador! Al momento le escribí a mi pastora quien estuvo apoyándonos y le dije: Pastora, veo una tranquilidad en mi mami.

Fue un momento difícil para toda la familia.

A los 20 minutos mi madre falleció.

El lunes 29 de Marzo inició nuestro reto. Mi hermano y yo decidimos decirle sí al Señor y a su obra por encima de las circunstancias. Fue un tiempo asombroso donde Dios abrió más mi conocimiento a las misiones. El sábado en la mañana, Dios ministró a mi vida con un testimonio de una hermana misionera que se llama Elba. Ella vivió una situación similar de pérdida con su hermanita. Ella contaba que Dios le abrió puertas y una nueva oportunidad para hacer misiones. Entonces, comprendí que Dios haría lo mismo conmigo. En esa semana, Dios abrió una nueva puerta: mi amigo que está trabajando en otro sitio me escribió: “¿Isaac, te gustaría formar parte de un proyecto? Necesitamos un diseñador para trabajar en el Área Mesocentral.” Yo me llené de alegría al recibir esa invitación y acepté servir como misionero voluntario con la Iglesia del Nazareno.

Estoy descubriendo el propósito de Dios en mi vida, veo como Él me está preparando y capacitando a pesar de la pérdida de mi madre. Al principio no entendía nada, pero ahora comprendo que Dios está obrando de una manera sobrenatural. Él ha estado cumpliendo cada palabra en mi vida y sé que seguirá cumpliendo sus promesas en mí.