Equipar y Dotar de Recursos a los Santos

Por: Rev. Dr. Clark Armstrong

El plan de Dios para la Iglesia es dado en Efesios 4:1-16. La Iglesia es el cuerpo de Cristo, y todos somos uno en Su cuerpo con Él como cabeza. Su cuerpo debe reflejar unidad (v. 3) aunque lo ha diseñado con diversidad (v. 7). Sobre todo, debe reflejar la caridad, que es amor ágape (desinteresado, semejante a Cristo) unos por otros (v. 15). Fue San Agustín quien dijo: “Necessariis unitas, Dubias libertas, Omnibus caritas”, que significa “En lo esencial unidad, en lo no esencial libertad, en todo caridad”.

Otras características que debe reflejar el cuerpo de Cristo serían la humildad (v. 2) y la responsabilidad (v. 12). Cada persona debe ser responsable de usar sus dones espirituales para servir a los demás, y aquellos que tienen dones de liderazgo deben ser los que equipen a los santos para hacer el trabajo ministerial.

Los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros enumerados en Efesios 4 son los líderes de Su Iglesia llamados y dotados por Dios, que son apartados por el Señor y la Iglesia en el ministerio para la ordenación (v. 11). Tienen el propósito expreso de equipar a todo el cuerpo para hacer la obra del ministerio (v. 12). La meta es que todos alcancen la madurez de Cristo (v. 13) y, por supuesto, que toda la obra de Cristo se lleve a cabo en la tierra a medida que cada persona en el cuerpo haga su parte (v. 16).

Todo esto está muy bien, excepto que, como pastor y profesor del seminario, me he dado cuenta de que muy pocos pastores saben cómo “equipar” a la gente. Sé que yo no lo hice. Además, no hay nadie que realmente les explique a los pastores lo que eso significa o cómo cumplir con este llamado bíblico. Se requirió algo de investigación y descubrimiento de mi parte para poder equipar a aquellos bajo mi cuidado y así compartir lo que aprendí con otros.

Hay dos palabras griegas en el Nuevo Testamento para “equipar”. Ambas vienen con matices militares en su significado. La primera se refiere al adiestramiento tanto en conocimientos como en destreza para participar en la guerra. La segunda tiene que ver con los recursos necesarios para el despliegue inicial y continuo: armas, armamento, raciones, mapas, estrategias, etc. La palabra “equipar” solo se usa tres veces en el N.T. Las dos primeras veces se usa ese término para capacitación y en la última se usa la palabra para recursos.

La primera forma en que los pastores equipan a los santos es en la Palabra. 2 Timoteo 3:16-17 dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, reprender, corregir e instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente preparado para toda buena obra”. Todo cristiano necesita ser discipulado en la Palabra. Este tipo de equipamiento continuará mientras estemos vivos.

La segunda forma de equipar es según los dones, como destaca Efesios 4:11-12. Hay una diferencia entre talentos, destrezas y dones. Los talentos son habilidades naturales. Las destrezas son habilidades aprendidas. Los dones son habilidades activadas por el Espíritu. Estos pueden superponerse, pero los pastores están específicamente llamados a ayudar a los cristianos a descubrir, desarrollar y desplegar sus dones espirituales.

La tercera forma de equipar se menciona en Hebreos 13:20-21. Cambia a la palabra para recursos. Esto es equipar a través del pastoreo a la manera de Jesús, nuestro Príncipe de los Pastores: “Y el Dios de paz, que resucitó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran Pastor de las ovejas, por la sangre de la alianza eterna, os capacite para todo lo bueno para hacer su voluntad…”

La NTV lo traduce con mucha precisión al decir: “equípate con todo lo que necesitas”. He descubierto que hay tres cosas que los obreros cristianos necesitamos como parte de nuestro ministerio continuo de equipamiento tipo pastoreo. Estos son: orientación, recursos y aliento. En algunos casos, se desarrollará una relación de tutoría personal como la que tuvo Pablo con Timoteo (2 Timoteo 2:1-2). Esto también es equipar a través de un ministerio de pastoreo como lo hizo Jesús con sus discípulos.

Al apegarse al plan simple del Nuevo Testamento, un pastor podrá saber qué es equipar y cómo hacerlo en cada ministerio o relación en la que se encuentre. Pastores y líderes, que podamos avanzar con valentía y capacitar y brindar recursos a los santos para la batalla que se avecina.