Llamados a Santidad – Parte 3 de 3

Esta semana hemos explorado las características de una vida santa como ha esbozado la Dra. Nina Gunter. Hemos reproducido la introducción y la primera parte del sermón “Llamados a Santidad.” Hoy terminamos este mensaje detallando las últimas cinco características de un pueblo santo.

6. Fe (vida) holística basada en el origen y preeminencia de Dios.

Él es la fuente de todo lo que somos, y Él es Señor de todo lo que hacemos. Las disciplinas están integradas.

Todo es permeado con la presencia de Dios…todo lo que somos 7 días a la semana, 24 horas al día, y en todo lo que hacemos.

Nuestras vidas no están divididas. Es Dios en nosotros—en todo: en la casa, trabajo u oficina, escuela, iglesia, viajes—vivir la realidad de la presencia constante de Dios.

La pregunta de Juan Wesley al principio de sus reuniones de clase era, “¿Cómo va esto con tu alma?” La fe holística influencia cada paso de la vida.

7. Corazones con propósito basados en el amor de Dios.

El amor de Dios—el incondicional, el amor santo de Dios—es la esencia. Es el corazón del mensaje de Dios.

Se trata de la teología del amor…el amor de Dios no está basado en una actuación. El amor de Dios no está basado en buenas obras, sino en el amor, la gracia y la misericordia de Dios mismo.

Somos quienes somos—hijos de Dios—porque somos llenos del amor de Dios. Este amor nos empodera a ser personas íntegras y auténticas. Dios habla en serio sobre amarle con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerzas, y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Esta es la esencia de la santidad.

Sean santos.

Sean mis testigos. Ser viene antes de hacer.

Sean el pueblo de Dios.

8. Liderazgo siervo basado en la mente de siervo de Cristo.

“Jesús se humilló a sí mismo.” Él se ciñó a sí mismo con la toalla del Servicio. Estaba interesado en la toalla—no en juguetes, títulos y baratijas.

Servimos a Dios en ministrar a las personas.

Nos despojamos de nuestros derechos en sumisión a la justicia de Dios.

Ilustración: Un pastor de la República Democrática del Congo caminó por días para llegar a la Asamblea y ser ordenado. Se le hicieron las preguntas tradicionales por el Superintendente General: ¿Predica la santidad? ¿Su gente entiende la santidad? ¿Cómo lo sabe? Su respuesta: “Cuando los problemas vienen, nos unimos. Identificamos el problema, y así juntos en amor buscamos la solución.”

Un pueblo santo se despoja de sí mismo para servir a los propósitos de Dios.

9. Trabajo significativo basado en el llamado de Dios.

El significado de nuestra trabajo no es visto a través de los resultados—aunque son importantes. No—el significado de nuestro trabajo se basa en el llamado de Dios.

Creemos en un ministerio por el llamado de Dios.

¿Escuchaste “La Voz”?

Es el corazón de Dios. Detrás de la voz hay una persona. Ese es Dios.

¿Dónde está el valor en lo que hacemos? No el dinero…no los beneficios. Pero hay alguien que nos llama, quien da significado y propósito a nuestro trabajo.

El que nos llama no nos deja ni nos abandona. Cuando las nubes están bajas, las noches son largas, y los deberes son muchos—El que nos llama está ahí dándole significado a todo lo que hacemos. Salmo 46:10.

No hay lugar abandonado por Dios.

10. El ser restaurado basado en la imagen de Dios.

Un sentido de ser quebrantado lleva a la gente a buscar la plenitud para ser restaurado.

La salvación es la restauración de la imagen de Dios en nosotros.

“Humpty Dumpty en una pared se sentó,

Humpty Dumpty de ahí arriba se cayó.

Todos los caballos del Rey y todos los hombres del Rey

No pudieron poner a Humpty entero otra vez.”

Pero Dios puede hacer plena a la gente otra vez.

Nosotros los nazarenos creemos que nadie está tan perdido que no pueda ser encontrado—nadie tan malo que no pueda ser redimido—nadie tan lejos que no pueda regresar.

Si estás convencido que tienes un tesoro, es fácil recomendarlo a otros.

En cada persona, está la imagen cubierta de Dios.

La santidad nunca será una teología anticuada porque la naturaleza humana no ha cambiado. La santidad se trata de la naturaleza de Dios transformando nuestra naturaleza para que sea como la naturaleza de Él.

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Por lo tanto, podemos predicar un mensaje de esperanza y santidad. El mensaje de santidad es un mensaje de esperanza.

¡Podemos ser liberados del poder del pecado! Podemos ser purificados, santificados totalmente, empoderados con la llenura del Espíritu Santo, restaurados en la imagen de Dios.

Hay momentos de crisis en esto. Y hay un proceso en esto.

Dios puede liberarnos de cualquier cosa que hay en nuestra vida contraria a la naturaleza de Dios y que nos esclaviza.

Conclusión:

Juan Wesley: “No tengo miedo que la gente llamada metodista deje de existir en Europa de América. Temo que existan solo como una secta muerta, teniendo la forma de religión sin poder. Y esto indudablemente será el caso a menos que se mantengan firmes en la doctrina, el espíritu y la disciplina que los afirmó la primera vez.”

Nazarenos, ¿cuál es nuestra doctrina, espíritu y disciplina básicos? Es la misma que Juan Wesley definió para los metodistas—la experiencia y el crecimiento en santidad de corazón y vida en los nazarenos.

El gran cumplido pagado a ustedes como distritos, iglesias, oficinas o escuelas: un Dios santo camina entre un pueblo santo en este lugar.

¿El movimiento de santidad está vivo en su distrito? ¿En el Centro Global de Ministerios? ¿Su iglesia? ¿Su escuela? ¿Su casa?

Está en tus manos.

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